Un ángel llamado Nadine

Si tienes a alguien en tu vida que te ama tanto, demuéstrale lo importante que es para ti.

Cuando ella nació mi vida cambió para siempre. La vi con su tez tan blanca, su cabello rojizo y sus ojos color verde intenso. No imaginaba lo mucho que se podía amar a un ser tan inocente. Con el tiempo ella se destacaba por ser muy sabia para su edad. Conversaba con nosotras las hermanas más grandes, y con nuestra madre con toda naturalidad. Muy brillante y atlética. Nunca había conocido un ser tan puro. Hasta que nació su primer retoño que es como ella. Me eligió la madrina de su primera hija, Raisa. Siendo esta la encomienda más importante que me hayan hecho en la vida. Como también, el mejor regalo de vida, pues mi ahijada es la mejor del mundo. Además, me regalo otro hermano, su esposo Javier. Y otro sobrino que adoro, Javito.

Hace un tiempo atrás me fui para pasar unos días conmigo misma en un bello hotel en Daytona Beach, en Florida. Investigaba otras playas que visitar. Encontré Anna Maria Island, una playa hermosa. Llamé a mi hermana Nadine desde la cama del hotel como a las nueve de la mañana. Le pregunté si la mandaba a buscar para que tuviéramos un fin de semana de hermanas. Estaba desolada y la necesitaba. Primero me dijo sobre su trabajo, la escuela de Javito. Pero en menos de media hora me llamó y me dijo que comprara el pasaje. ¡Llegó nuestro soñado fin de semana! Ella había dejado todo para estar conmigo en un momento difícil y triste en mi vida. Dejó su hijo, su esposo, su trabajo.

Íbamos por un puente extenso donde había un tramo largo de mar para llegar a Anna María Island. Le dije que eso me asustaba y me tomó la mano fuerte todo el tramo. Luego en el mar le dije me asustaba por los tiburones me tomó de la mano fuerte. Coloreamos libros de pintar como cuando éramos niñas. La llevé a su tienda preferida para que se comprara lo que quisiera. A su restaurante preferido. Comimos deliciosos manjares. Vimos el atardecer juntas. Nunca olvidaré ese fin de semana. Es uno de los más felices de mi vida. Recuerdo con una sonrisa su esposo Javier escribiéndole: ¡Hola! Soy Javier y estoy tratando de comunicarme con mi esposa. Su hijo también le reclamaba pues se desconectó para darme toda su atención y su amor. Mi mejor amigo Frank me dijo que ella también necesitaba ese tiempo para ella. Siempre le agradeceré que me haya dedicado ese fin de semana cuando más la necesitaba.

Mi hermana Nadine, siempre ha estado para mí. Aunque soy mayor que ella. Es ella la que siempre me protege. Ella junto a mi ahijada Raisa son mis «cheerleaders», celebra mi éxito, es parte de mis proyectos. Siempre cree en mí. Aunque me equivoque.  Mi hermana Nadine es una bendición en ni vida. Pido a Dios me la proteja y permita disfrutemos nuestras aventuras y proyectos juntas. Ella como todos mis hermanos también son una bendición. Si tienes a alguien en tu vida que te ama tanto, demuéstrale lo importante que es para ti. Agradece con el alma tanto amor y desvelo. Pues eres un ser privilegiado como lo soy yo.

La autora es abogada, coach empresarial, conferencista y agente de bienes raíces internacional. Visita sus sitios web www.latinasempowerment.com / www.vionettepietri.com

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