¡120 años de historia!

Celebración en grande fue la que vivimos los días 11 y 12 de agosto de 2023, en el marco de la conmemoración de los 120 años de fundación de nuestra Academia Antioqueña de Historia. El evento sirvió además para llevar a cabo, de manera exitosa, La Convención Nacional de Academias Departamentales de Historia, y la Conmemoración de la Independencia de Antioquia.

Y digo en grande por las atenciones recibidas en el Club Unión de El Poblado, en Medellín; en la confortable y bella sede de la Academia Antioqueña de Historia y en nuestro emblemático Hotel Mariscal Robledo, en Santa Fe de Antioquia (bajo la égida de don Alonso Monsalve, un experto en hotelería, bibliotecas, libros, historia y cultura), sumado esto a la calidad de los conferencistas que, a más de la lucidez, la rigurosidad histórica, expositiva y documental a la hora de abordar el tema convenido y central: Los Procesos de Paz en Colombia, supieron hacer agradable lo espinoso, y comprensible lo que pocos comprenden para explicarse el fenómeno de la violencia en Colombia. Cátedra bella y certera fue lo que escuchamos los presentes, Miembros de nuestra Academia Antioqueña de Historia y de muchas otras Academias de Historia de Colombia.

Agenda apretada, sí; pero agradable, aleccionadora y esclarecedora de nuestra vida republicana, llena de tempestades y violencias, a la vez que sembrada de decenas de procesos de paz:

Una instalación brillante por parte de nuestro presidente Académico, don Alonso Palacios Botero, dio paso a los conferencistas de lujo, los doctores Fernán González González, un sacerdote jesuita nacido en Tolú, Sucre, con larga trayectoria en la academia; hizo su pregrado en la Pontificia Universidad Javeriana, donde estudió Teología, y Filosofía y Letras. En la Universidad de los Andes terminó una maestría en Ciencia Política, y en la Universidad de California-Berkeley obtuvo otra maestría en Historia. En 1976, entre su pregrado y su primera maestría, González se ordenó como sacerdote jesuita; desde entonces, ha trabajado con varias universidades, incluyendo la Externado, Los Andes, la Nacional (en Bogotá y Medellín), la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, la Universidad de Georgetown y la de Antioquia. Sus investigaciones y análisis de la historia y política del país han gozado de múltiples publicaciones; entre ellas, están: «Ensayos sobre historia política colombiana», «Poderes enfrentados» y «De la nación fragmentada a la construcción del Estado». Además, González ha trabajado con grupos como el Programa Fortalecimiento de La Sociedad Civil y la Fundación Instituto De Estudios Políticos y Relaciones Internacionales. Ha trabajado con el Grupo de Memoria Histórica, junto con otros investigadores reconocidos como Gonzalo Sánchez Gómez, Iván Orozco, María Victoria Uribe, Martha Nubia Bello, Rodrigo Uprimny, Álvaro Camacho Guisado y María Emma Wills. El trabajo más significativo de la carrera de González, es el que ha hecho con el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep). González ha trabajado en Cinep desde 1971 y ahora es coordinador del Programa Construcción de Paz y Desarrollo. Bajo la batuta de González, el Cinep se convirtió en uno de los tanques de pensamiento más respetados sobre la violencia.

Le siguieron don Armando Martínez Garnica, Presidente de la Academia Colombiana de Historia; Alejo Vargas Velásquez, Licenciado en trabajo social de la Universidad Industrial de Santander y Magíster en política social de la Universidad Externado de Colombia. Doctor en ciencia política de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Ex vicerrector general de la Universidad Nacional de Colombia y profesor de la Facultad de Derecho de la misma institución. Autor de varios libros y artículos.

En horas de la tarde, ya en la sede de la Academia Antioqueña de Historia (que fuera la residencia de nuestro sabio Luis López de Mesa), don Rodrigo Llano Isaza en nombre de la Academia Colombiana de Historia, hizo entrega oficial del óleo de don Roberto Botero Saldarriaga, a la Academia Antioqueña de Historia.

La cuarta conferencia la escuchamos de boca y saber del doctor Juan Camilo Restrepo Salazar, Miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas desde 2009. Doctor en Derecho Administrativo de la Universidad de París (1971), con estudios en Derecho Económico en la London School of Economics (1972). Ministro de Minas y Energía (1991-1992), Senador de la República (1994 – 1997), Ministro de Hacienda y Crédito Público (1998 – 2000) y Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural (2010 – 2013). Fue nombrado como Embajador de Colombia en Francia entre el año 2000 y el 2001. Trabajó como presidente de la Comisión Nacional de Valores (1982-1986) y Gerente Comercial de la Federación Nacional de Cafeteros (1986 – 1990). Ha sido profesor en las universidades de los Andes, Externado de Colombia, Pontificia Javeriana y La Sergio Arboleda. Profesor visitante en la Universidad Federico II en Nápoles, Italia, y Miembro de la Academia Colombiana de Historia.

Continuó el ciclo de conferencias, el doctor Eduardo Pizarro Leongómez, quien es profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Fue presidente de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR) e integró la Junta Directiva del Fondo de Víctimas de la Corte Penal Internacional. También se desempeñó como embajador en Holanda y como relator de la Comisión de Historia del Conflicto y sus Víctimas en las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en La Habana.

El sábado 12 de agosto, en las instalaciones del Hotel Mariscal Jorge Robledo, escuchamos la deliciosa conferencia del Mayor Mauricio Cardona, Miembro de la Academia Colombiana de Historia, y del Centro de Estudios Históricos del Ejército, con una hoja de vida académica y militar extensa y admirable. Dio paso a don Rodrigo Campuzano Cuartas y a don Daniel Acevedo Arango, ambos de la Academia Antioqueña de Historia, quienes disertaron sabía y deliciosamente sobre un antioqueño inmenso, fundador de nuestra Academia Antioqueña de Historia, hace 120 años, don Manuel Uribe Ángel.

Luego de visitar el Museo Juan del Corral de la Ciudad de Antioquia, y un conversatorio ameno entre conferencista y asistentes, se clausuró el evento, emprendiendo el regreso de la Ciudad Madre a la ciudad de Medellín.
Fue una jornada de aprendizajes, de compartir con conferencistas maravillosos y amigos de Colombia entera; una jornada de dos días, que permitió llevar a buen puerto La Convención Nacional de Academias de Colombia; de celebrar el aniversario 120 de fundación de la Academia Antioqueña de Historia, y celebrar 210 años del acto de declaración de la independencia absoluta de Antioquia.

Como dijo en su saludo inicial, el presidente de la Academia Antioqueña de Historia, don Alonso Palacios Botero: “La Academia Antioqueña de Historia está celebrando sus ciento veinte años de vida (1903 -2023). Una existencia llena de experiencias, realizaciones, investigaciones, publicaciones, declaraciones y resultados palpables y tangibles. Tuvo su origen en la misión que la Academia Nacional, (recién fundada el año inmediatamente anterior), dio a sus tres miembros correspondientes, de crear una Academia Departamental: El médico don Manuel Uribe Ángel (Envigado, 1822– Medellín, 1904), el abogado don Álvaro Restrepo Eusse (Yarumal, 1844 – Medellín, 1910) y el abogado don Ramón Correa Mejía, (El Retiro, 1859 – Pereira, 1935), cumplieron la embajada.

Vi la alegría, participación y efervescencia de las Academias de Colombia; sentí a nuestra Academia Antioqueña de Historia, más viva que nunca:

“La heterogeneidad –dijo nuestro Presidente– y las múltiples disciplinas de los integrantes de la Academia en sus 120 años de existencia han sido un gran baluarte en la preservación del patrimonio material e inmaterial de nuestra región y sus pobladores. Han sido socios de la Academia, médicos, ingenieros, arquitectos, juristas, filósofos, literatos, filólogos, lingüistas, paleógrafos, geógrafos, naturalistas, botánicos, periodistas, comunicadores, militares, religiosos, matemáticos, economistas, políticos, diplomáticos, antropólogos, arqueólogos, poetas, profesionales de la historia y docentes de diversas materias.

El prestigio de algunos de sus socios fue tal que los reconocieron, aún en vida, como verdaderos sabios e intelectuales de altísimo prestigio. Para mencionar solamente unos pocos de manera aleatoria: El médico don Manuel Uribe Ángel, el naturalista y botánico don Joaquín Antonio Uribe, el periodista don Fidel Cano, el sacerdote políglota don Jaime Serna Gómez, el genealogista don Gabriel Arango Mejía, el abogado don Donato Duque Patiño, el antropólogo don Graciliano Arcila Vélez, el educador de juventudes don Conrado González Mejía, el ingeniero don Tulio Ospina Vásquez, el médico don Luis López de Mesa en cuya casa funciona la Academia y más recientemente la licenciada en filosofía y letras y especialista en Pedagogía y Literatura doña Socorro Inés Restrepo Restrepo.
Miembros de la Academia han sido los presidentes de la República don Carlos E. Restrepo, don Marco Fidel Suárez, don Eduardo Santos, don Carlos Lozano y Lozano, don Belisario Betancur y don Álvaro Uribe Vélez. Catorce académicos han sido gobernadores de Antioquia y doce alcaldes de Medellín, y destacados e ilustres académicos han ocupado la rectoría de la Universidad de Antioquia y de la Universidad Nacional de Colombia. Varios han pertenecido a otras academias como la Academia Colombiana de Historia, la Sociedad Bolivariana de Antioquia, la Asociación Colombiana para el Estudio de las Genealogías, la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica, la Academia de Medicina, la Academia Colombiana de la Lengua, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y otras más de diversos países y de diversas actividades científicas, culturales y artísticas.

Lo anterior significa que más de tres centenares de intelectuales que han enriquecido el patrimonio humanístico de esta benemérita institución están en condiciones de dar luces sobre el pasado de nuestra región, con profundas y valiosas bases científicas”.

Larga vida a nuestras Academias.

Ojalá los gobiernos departamentales y nacional, entendieran los tesoros que hay en nuestras Academias, para conocer y comprender la historia; tomar decisiones acertadas para el presente, y planear adecuadamente el futuro (Dios quiera, en paz) de esta patria que tanto amamos.

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