La comisión que investigó la caída del Espírito Santo presenta su informe final

La comisión parlamentaria que investigó el descalabro del Grupo Espírito Santo, y la consiguiente caída del banco BES, celebró hoy su última reunión para debatir y votar su informe final, elaborado tras seis meses de trabajos.

En ese período el caso ha seguido de actualidad en Portugal, reflejo del peso específico que tenía para el país el conglomerado empresarial, tanto a nivel puramente económico como social.

La comisión fue creada con el consenso de todos los grupos con asiento en el Parlamento a instancias del Partido Comunista, y desde mediados de noviembre acumuló cerca de 250 horas de audiencias, escuchó el testimonio de más de medio centenar de personas y recibió una cantidad ingente de documentos y declaraciones por escrito.

En la sesión de hoy, el diputado encargado de redactar el documento, el socialdemócrata Pedro Saraiva (PSD, centro derecha), se mostró satisfecho con los cambios realizados a la versión preliminar y ensalzó el «espíritu constructivo» de los diputados, a los que agradeció haber trabajado en conjunto.

Los parlamentarios procuraron ahondar en los motivos que llevaron al derrumbe del emporio de la familia Espírito Santo -una de las más ricas e influyentes de Portugal desde hace décadas- y elaboraron también una serie de recomendaciones para intentar evitar que se produzcan escándalos semejantes en el futuro.

Entre las conclusiones a las que llegaron, destacan la confusa estructura de este grupo empresarial, que incluía diferentes actividades de negocio, desde seguros a agricultura y turismo, pasando por el sector financiero.

A esta última parte pertenecía precisamente el Banco Espírito Santo (BES), que acabó contagiándose de los problemas del resto del conglomerado, registró pérdidas multimillonarias debido a la necesidad de elevar las provisiones -en previsión de posibles pérdidas- y fue intervenido por el banco central luso a principios de agosto de 2014.

Por aquel entonces, el BES era la segunda mayor entidad financiera del país por volumen de activos y su presidente, Ricardo Salgado, era considerado uno de los hombres más poderosos del país.

Salgado, de hecho, es apuntado como el principal responsable de lo ocurrido tanto en el banco como en el grupo, ya que también era líder de una de las cinco facciones familiares que controlaban éste. EFE