La banda estadounidense Foster The People se presenta en concierto, este 29 de marzo de 2015, durante el Festival Lollapalooza en el autódromo Interlagos de Sao Paulo (Brasil). EFE

La programación de lujo de Lollapalooza Brasil 2015 arrancó con una triple ecuación del indie-rock que caracteriza el festival musical que, a pesar de la lluvia, arrasó con las actuaciones de Interpol, las innovaciones de The Kooks y Foster the People.

La banda estadounidense Foster The People se presenta en concierto, este 29 de marzo de 2015, durante el Festival Lollapalooza en el autódromo Interlagos de Sao Paulo (Brasil). EFE

La banda estadounidense Foster The People se presenta en concierto, este 29 de marzo de 2015, durante el Festival Lollapalooza en el autódromo Interlagos de Sao Paulo (Brasil). EFE

El primer turno fue para la «noventera» banda estadounidense Interpol, gran esperada del público que tuvo que enfrentarse a la amenazante cortina de «garoa» (la llovizna típica de la ciudad de Sao Paulo) y que hasta entonces había esperado paciente la llegada de sus ídolos.

«Interpol, Interpol, Interpol», coreaba una audiencia convencida de que la banda no los iba a defraudar, sobre todo después del show gamberro de los mexicanos Molotov, que inauguraron el cartel más bailable de Lollapalooza fusionando el funk con el rap-metal.

No en vano la banda norteamericana prometió antes de comenzar siquiera el festival que iban a conquistar Brasil con la urgencia y la pureza que, según ellos, destila su nuevo trabajo «El pintor», el primer álbum del grupo desde que se convirtió en trío tras la salida del guitarrista Carlos Dengler en 2010.

Lollapalooza en el autódromo Interlagos de Sao Paulo (Brasil). EFE

Lollapalooza en el autódromo Interlagos de Sao Paulo (Brasil). EFE

Y aunque la hora de concierto se convirtió en una demostración del post-rock oscuro y sombrío que destilan sus canciones y que acercan al grupo a los acordes de Strokes o The White Stripes, que ayer hizo ‘medio acto’ de presencia con el show de Jack White, los neoyorquinos cumplieron con las espectativas.

Los que sí consiguieron -y con creces- hacer enloquecer a la marea que en menos de diez minutos se apelotonó frente al segundo escenario del recinto fueron los británicos The Kooks: con una actuación mucho más movida que la de sus predecesores, demostraron que siguen en la cima del indie-rock independiente.

Se nota cuando las formaciones evolucionan, arriesgan y ganan, y The Kooks probó la veracidad de esta fórmula repasando los temas más alternativos de su último CD, «Listen», pero echando mano de sus clásicos «She moves in her own way» y «Ooh La», cuando veía que los fans se perdían con las letras.

Algo parecido les ocurrió a Foster the People, que en poco tiempo se ha apoderado del ‘tarareo’ de medio mundo, pero que aún no cuenta con muchos que logren corear sus temas sin equivocarse.

Los californianos acompañaron el húmedo atardecer con hits pegadizos y versiones que buscaban deformar los conocidos temas de sus álbumes «Torches» y «Supermodel».

Experimentos aparte, al trío nadie le pudo quitar la locura que despertó el primer acorde de «Pumped Up Kicks», la melodía que los lanzó al estrellato y que todavía hoy no piensa abandonar la cabeza de todo aquel que ose escucharla. Sao Paulo, 29 mar (EFE).

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Redacción Minuto30

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