El Comité Judicial del Senado aprobó el martes por 13 votos a favor y cinco en contra el plan de reforma migratoria del Grupo de los Ocho.

reforma migratoriaEl proyecto de ley S. 744 fue entregado al Comité la segunda semana de abril y recibió más de 300 enmiendas, la mayoría dirigidas a modificar el camino a la ciudadanía para millones de inmigrantes indocumentados.

Luego de cinco intensos debates en casi tres semanas, las iniciativa esquivó varios intentos por desarmarla, abriéndose paso ahora en el pleno del Senado que la debatirá en el mes de junio.

Al conocerse el resultado final, muchos en la audiencia, incluyendo inmigrantes que se beneficiarán de la reforma migratoria, corearon “Sí Se Puede”, “Yes We Can”, y “Leahy, Leahy”, en alusión al presidente del Panel Judicial, el senador Patrick Leahy (demócrata de Vertmont).

El histórico proyecto podría convertirse durante el verano en la primera reforma migratoria amplia en casi tres décadas. La anterior fue aprobada en 1986 durante la administración del republicano Ronald Reagan y favoreció a unos 3 millones de inmigrantes sin papeles.

La mayoría de las enmiendas aprobadas durante los debates de las últimas semanas fueron con amplio respaldo bipartidista. El mismo respaldo fue utilizado para desestimar enmiendas encaminadas, varias de ellas, a entorpecer el camino hacia la ciudadanía para los indocumentados.

El plan de reforma migratoria del Grupo de los Ocho descansa en un fuerte componente de seguridad nacional (seguridad en las fronteras, verificación de empleo e inmigración legal) y un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados.

Obama felicita al Comité

Tras la aprobación del plan por parte del Comité Judicial, el presidente Barack Obama felicitó al panel y dijo, en un comunicado difundido por la Casa Blanca, que el anteproyecto es sólido y guarda consistencia con los principios que ha explicado claramente sobre el tema.

El mandatario reiteró que el sistema migratorio «está roto», «no funciona» y que debe ser reparado cuanto antes.

Obama presentó a finales de enero un plan de reforma migratoria similar al del Grupo de los Ocho y pidió en ese momento al Congreso aprobar cuanto antes una legislación que saque de las sombras a los 11 millones de indocumentados y los coloque en el camino a la ciudadanía, cuya espera no debe ser más larga que ocho años.

«Exhorto al Senado a que considere este proyecto de ley bipartidista a la mayor brevedad posible y que mantengan la esperanza de que en el pleno del senado se discuta lo antes posible el anteproyecto y que le introduzca mejoras», dijo.

De qué se trata

El plan de reforma migratoria del Grupo de los Ocho descansa en un fuerte componente de seguridad nacional (seguridad en las fronteras, verificación de empleo e inmigración legal) y un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados.

De la vía a la ciudadanía la condiciona a que primero el gobierno federal certifique que controla en un 90% el ingreso de indocumentados por zonas de alto riesgo y el 100% en el resto de la frontera.

Los indocumentados para calificar deben demostrar que se encuentran en Estados Unidos desde antes del 31 de diciembre de 2011, pagan impuestos, carecen de antecedentes penales, entreguen sus huellas digitales al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y cancelen multas, entre otros requisitos.

Una vez autorizados entrarán en un estado de No Inmigrante que dilatará entre 10 a 13 años, al término de los cuales podrán pedir la residencia legal permanente o green card (tarjeta verde).

Tres años más tarde podrán iniciar el trámite de la ciudadanía.

Durante el tiempo de permanencia como no inmigrante los favorecidos con la reforma migratoria obtendrán un permiso de trabajo, las deportaciones quedarán suspendidas y tendrán derecho a gestionar un permiso de viaje para salir y reingresar a Estados Unidos.

Futuro inmediato

Tras la aprobación el martes en el Comité Judicial, la reforma migratoria enfrenta un nuevo escenario, esta vez en el pleno del Senado que dominan los demócratas con 51 asientos más los cuatro votos republicanos correspondientes a los integrantes del Grupo de los Ocho, los senadores Marco Rubio (Florida), Lindsey Graham (Carolina del Sur), Jeff Flake (Arizona) y John McCain (Arizona). La mayoría también contaría con los dos votos independientes.

Se necesitan 60 votos para ser aprobada. Analistas estiman que el proyecto pasará fácil con 70 apoyos, no sin antes ser modificada durante la guerra de enmiendas que se avizora.

Sectores republicanos de línea dura, tal y como lo hicieron durante los debates del Comité Judicial, no quitarán el dedo del renglón para deshacer o dificultar la vía a la ciudadanía.

El martes, horas antes de ser aprobada, el senador Ted Cruz (republicano de Texas), batalló por pasar una enmienda que eliminaba la vía a la ciudadanía, propuesta que fue rechazada incluso con el voto de tres senadores de su propio partido.

Cruz advirtió que sin una enmienda de este tipo, el proyecto no progresará en la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen la mayoría.

Clima de cautela

Clarissa Martínez de Castro, directora de Inmigración y Participación Cívica del Consejo Nacional de la Raza (NCLR), recordó que si bien la vía a la ciudadanía esquivó muchos golpes en el panel, hay que recordar que muchas de las enmiendas que buscan minar esa vía pueden resurgir en el debate en el pleno del Senado.

“Eso indica que tenemos tiempo para prepararnos para lo que va a ser una batalla campal en el pleno del Senado”, indicó.

La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrates de Los Angeles (CHIRLA), dijo en un comunicado que la aprobación en el Comité Judicial del Senado de la reforma migratoria del Grupo de los Ocho “es un buen augurio” y que la legalización de los indocumentados es un tema que apoya la mayoría de los estadounidenses.

“Hemos tenido un buen comienzo después de una votación positiva”, indicó la Coalición. “La oscuridad en la que viven millones de inmigrantes se volvió menos oscura después que 13 senadores hicieron lo correcto”.

CHIRLA felicitó a Leahy “por el liderazgo” y urgió a ambas Cámaras del Congreso  a que imiten lo actuado por el papel judicial del Senado.

El lider del Senado, Harry Reid (demócrata de Nevada), espera que el pleno debata el proyecto de ley en junio. A su vez el lìder de la monoría republicana, Mitch McConnell, dio indicios de que no hay intenciones de bloquear el proyecto cuando llegue al pleno.

“El Grupo de los Ocho ha hecho una sustancial contribución para avanzar este asunto. Me dicen que hasta ahora el Comité Judicial no ha hecho cambios que alteren el acuerdo de los ocho senadores y por lo tanto, espero que podamos obtener un proyecto que podamos aprobar aquí en el Senado”, declaró McConnell.

Plan casi intacto

Hasta el final del debate de este martes el Grupo de los Ocho buscó mantener el lenguaje del delicado acuerdo lo más intacto posible para tratar de tener mejores posibilidades de avance en el pleno del Senado y conseguir el apoyo de los conservadores.

Las enmiendas más controversiales fueron rechazadas o archivadas de momento. Por ejemplo, el presidente del panel, Patrick Leahy, demócrata de Vermont, dejó de lado su enmienda para extender beneficios migratorios a parejas del mismo sexo.

Senadores del G8 y otros advirtieron que una enmienda de este tipo, en este momento, echaría por tierra el acuerdo.

“Hoy la reforma migratoria dio un enorme paso al frente. El proyecto del Grupo de los Ocho es una pieza legislativa cuidadosamente balanceada que retiene amplio apoyo bipartidista y emerge del comité más fortalecido que como ingresó: es una legislación que puede ser aprobada en el Congreso y funcionar cuando sea implementada”, dijo Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice.

“De particular importancia es que los senadores demócratas del comité, y los senadores republicanos del Grupo de los Ocho que integran el panel, Lindsey Graham y Jeff Flake, de Carolina del Sur y Arizona, respectivamente, ayudaron a garantizar que la vía a la ciudadanía permanezca viable rechazando las enmiendas que querían minarla y aprobando algunas importantes mejoras».

«Con el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, prometiendo llevar el proyecto al pleno en junio, y el líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, prometiendo no bloquearlo, parece que el Senado se encamina a hacer historia. Nos sentimos más optimistas que nunca de que este es el año de la reforma migratoria”, señaló Sharry.

En la audiencia inmigrantes que se beneficiarían de la reforma fueron testigos de la primera votación que avanza sus esperanzas.

Para Alejandra Chipana, una DREAMer de Maryland que llegó de Bolivia a los cuatro años, “es un momento de esperanza”.

“El primer paso, pero un gran paso adelante”, concluyó.


Fuente: Univision.com

Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio