Tras un juicio que ha captado la atención mundial, Truong My Lan, una multimillonaria vietnamita, fue condenada a muerte por protagonizar uno de los mayores fraudes bancarios en la historia de Vietnam.
Su papel en el saqueo de uno de los bancos más importantes del país durante 11 años la llevó a ser sentenciada a devolver una suma impresionante de US$27.000 millones.
Algunos observadores sugieren que la sentencia de muerte podría ser una medida para presionarla a devolver parte de los miles de millones que faltan.
El caso, considerado uno de los más espectaculares en la historia legal del país, involucró a miles de personas y se presentaron pruebas contundentes almacenadas en 104 cajas que pesaban seis toneladas en total.
Truong My Lan, que proviene de una familia chino-vietnamita, ascendió en el mundo empresarial desde sus humildes comienzos como vendedora en un mercado.
Su imperio creció durante el período de reforma económica conocido como Doi Moi en 1986, y para la década de 1990, era propietaria de una cartera diversificada que incluía hoteles y restaurantes.
Sin embargo, su ascenso fue empañado por su participación en la fusión de tres bancos problemáticos en el Saigon Commercial Bank en 2011.
Los fiscales alegan que utilizó su posición para aprobar préstamos masivos a empresas fantasma que controlaba, retirando sumas astronómicas de efectivo del banco para su beneficio personal.
Esta condena representa el último capítulo de la campaña anticorrupción liderada por el Partido Comunista de Vietnam, conocida como «Horno Ardiente», que busca restaurar la autoridad del partido sobre la economía y combatir la corrupción desenfrenada.
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