Desde finales del año pasado se estuvo tejiendo un conflicto interno en el Centro Democrático por diferencias del partido con los concejales, Albert Corredor, Paulina Aguinaga, y de estos dos con Simón Molina, terminando al fin con la renuncia de los tres a su curul en el Concejo De Medellín.
Por ello el Centro Democrático tuvo que reemplazarlos, dándole las curules a Carlos Ríos, Leticia Orrego y Claudia Ramírez, teniendo en cuenta el número de votos obtenidos en las consultas regionales del partido en 2019.
En su posesión ante el Concejo de Medellín, Carlos Ríos invitó a hacer “un pacto con el cual nos permitamos volver a construir sobre la diferencia y las verdaderas necesidades de Medellín”.
Por su parte, Leticia Orrego expresó que pretende “devolverle la grandeza al Concejo de Medellín”, así como trabajar por la “felicidad de las familias y por las personas humildes que se han hecho a pulso”.
En cuanto a Claudia Ramírez, la nueva concejala manifestó que sueña con una Medellín que “genere oportunidades para todos los que la habitamos, que respete la diferencia y fomente la equidad”.
El nuevo concejal y las dos nuevas concejalas llegan a unirse a la bancada del Centro Democrático, que le hace oposición al alcalde Daniel Quintero, y está compuesta por Sebastián López, Julio González y Alfredo Ramos, así como a Lina García y Nataly Vélez, quienes también han tenido choques con el partido.
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