La mujer identificada como Reza Gul, y quien perdió a su hijo durante un ataque de los insurgentes talibanes a una estación de policía, confesó que ante la muerte del joven no le quedó otro remedio que atacar a los responsables del hecho.
Relata la atribulada madre, que el ataque al puesto de control donde se encontraba su hijo se registró hacia las 5 de la mañana, e inmediatamente tomó un arma y se dirigió hacia la estación abriendo fuego contra los milicianos. En la peligrosa empresa la acompañaron su esposo e hijos.
En cuanto llegaron al lugar de los hechos y vieron el cadáver de su familiar en el suelo, decidieron hacer frente a los talibanes que asediaban el puesto de control, tras varios minutos de fuego cruzado acabaron con la vida de al menos 25 talibanes y otros tantos resultaron heridos. Los hechos sucedieron en la provincia de Fará, en el oeste de Afganistán.
El jefe de la policía de Fará, general Abdul Razaq Yaqubi celebró la acción de esta mujer y sus familiares, a lo que ha denominado como una gesta heroíca que será recordada durante mucho tiempo.