Fue confirmada la muerte de la última hembra de tortuga gigante de caparazón blando del Yangtsé, en China, y su especie podría estar condenada a la extinción.
Esta noticia fue confirmada por las autoridades ambientales del país asiático, que dieron a conocer la muerte de esta integrante del zoológico de Suzhou.
La muerte del animal se confirmó 24 horas después de que fuera sometido a una procedimiento de inseminación artificial, con el que se buscaban precisamente salvar a su especie de la extinción.
Después de su muerte, extrajeron muestras de tejido para conservarlo en nitrógeno líquido y tratar de recuperar la especie a largo plazo, debido a que solo quedan tres especímenes de esta tortuga en el mundo y son machos.