Este domingo que pasó se celebró el día internacional de la Tierra, hasta donde pude ver, fueron pocos los medios que así lo difundieron, pero en realidad tampoco se necesitaba de ello para tener presente el cuidado que debemos tener con la Madre Tierra. Hablar del cuidado de la Tierra es como hacerlo de corrupción, del maltrato contra los niños y los animales o de la pobreza, son realidades que nunca dejarán de existir, que están ahí, todos los días, que queramos o no tenemos enfrente y que tenemos el deber de encarar para tratar de buscarles soluciones. Como podrá entenderse lo relativo al cuidado de la Tierra no es de poca monta, es una realidad de la que casi a diario escuchamos hablar en el sentido de todas las medidas que el ser humano debe tomar en orden a que el planeta Tierra no se deteriore más de lo que está, pero nada o casi nada se hace, por parte de muy pocas personas, organizaciones y países se toman las medidas en esa dirección.
Es cierto que los simples mortales nada podemos hacer frente al hecho de que los países más contaminantes del mundo como Estados Unidos, China, Rusia y la India no decidan tomar las medidas y menos cuando decisiones de semejante envergadura pasan por las manos de un tipo como Donald Trump, que como todo el mundo sabe, cuanta decisión de cualquier naturaleza adopta, siempre va en contravía de lo establecido y de las políticas de otros países. Pero todos en nuestros espacios podemos tomar precauciones para ayudar en algo con el objetivo al que debemos contribuir: orientar la alimentación al consumo de menos alimentos procesados, de menos carnes rojas; racionalizar el uso del agua, sobre todo en las duchas y en los sanitarios que es donde más se gasta; apagar las luces que no haya necesidad de utilizar, usar bombillos ahorradores de energía, desconectar algunos electrodomésticos; utilizar menos el transporte personal como el carro y la moto y más los masivos, caminar más; no utilizar bolsas plásticas.
Que el día internacional de la Tierra no sea sino para recordarnos que tenemos la obligación de cuidar la casa en la que vivimos, para que entendamos que el día de la Tierra son todos los días, que debemos de una vez por todas tomar conciencia y desplegar acciones en torno a ese objetivo común que debe ser la conservación del planeta, no podemos cometer el error de pensar que como vivimos en la ciudad, con alguna o mucha comodidad, entonces no tenemos deberes, es un imperativo solidarizarnos y agradecerle a la naturaleza lo bondadosa que ha sido con la humanidad.
El cuidado del planeta se relaciona directamente con la preservación de la especie humana, en nosotros está que generaciones venideras puedan tener un lugar donde vivir y ojalá en condiciones más o menos óptimas para el desarrollo.