Los hechos ocurrieron la noche del pasado miércoles, cuando un grupo de las fuerzas especiales de la policía estadounidense hirió de gravedad a un bebé mientras realizaba una redada antidrogas.
Alecia Phonesavanh y su hijo Bo, de 19 meses de edad, se encontraban visitando a su hermana en Atlanta, Georgia.
Todos estaban dormidos cuando los agentes SWAT lanzaron una granada aturdidora que llegó a la cuna del menor y explotó en su cara, según relata la madre a la cadena WSBTV.
El niño fue herido de gravedad y trasladado de urgencia a la unidad de quemados del Grady Memorial Hospital, donde los doctores lo pusieron en coma inducido debido a las graves quemaduras que padece.
De acuerdo con Alecia, el rostro del pequeño Bo «está lleno de heridas y tiene una gran lesión en el pecho”. Además reclamó a las autoridades porque su bebé «es muy pequeño, él no se merecía esto».
De acuerdo con la policía, la unidad de drogas plurijurisdiccional fue quien emitió al orden judicial para realizar la redada para detener a un presunto narcotraficante, aunque hasta el momento no ha quedado establecido si encontraron drogas o algún tipo de sustancia ilegal en el hogar donde se encontraba el bebé.
Rick Darby, jefe de la policía, confirmó que el ataque a la casa tuvo lugar antes de las 3 de la mañana e indicó que la unidad de justicia está molesta por lo ocurrido, lo que calificó de «accidente».