Foto tomada de redes sociales
Al gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, poco le importaron las advertencias del alcalde de Medellín, de los empresarios y hasta de su mentor político, Álvaro Uribe, quienes le aconsejaron en repetidas ocasiones que no creara un impuesto a los servicios públicos porque afectaría las finanzas de los ciudadanos y prefirió pasar por encima de todos y crearlo.
El gobernador, a pesar de las críticas, presentó a la Asamblea la Ordenanza que le crea un impuesto a los servicios públicos. La idea del mandatario ya fue aprobada, lo que hará que, a partir del próximo mes, los antioqueños tengan que sacar más plata para pagar el nuevo impuesto.
Para llegar a este impuesto, Andrés Julián pasó por encima de quienes habían sido sus grandes aliados políticos. El alcalde Fico Gutiérrez habló en repetidas ocasiones negándose a la medida. Ante los medios aseguró que los ciudadanos no aguantarían un impuesto más y que hay maneras para trabajar en la seguridad de la región sin necesidad de que los ciudadanos carguen esa responsabilidad.
Fico ha demostrado con resultados que sí es posible, pues Medellín ha tenido una reducción muy significativa en los homicidios, hurtos y otros delitos, sin necesidad de pedirle más plata a los ciudadanos.
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A otro al que el gobernador escuchaba a toda hora, pero ya lo ignoró, fue al expresidente Álvaro Uribe. El mandatario, en sus redes sociales, dejó muy claro que los contribuyentes (los ciudadanos) están muy recargados, por lo que un nuevo impuesto evidentemente afectaría más al pueblo. Por eso, le pidió al gobernador que buscara un acuerdo con el alcalde Gutiérrez y con los empresarios.
Sin embargo, ese acuerdo parece estar muy lejos, porque si bien el expresidente busca diálogo, el gobernador no. Si Andrés Julián quisiera tener en cuenta el pensamiento de Fico Gutiérrez y de los empresarios, no hubiese citado a sesiones extraordinarias solo para que le aprobaran el impuesto y mucho menos hubiera permitido la votación a sabiendas que la justicia aceptó una tutela que podría tumbar su decisión de citar a asamblea extraordinaria.
Por ahora, Andrés Julián demostró que poco o nada le importa la opinión de personalidades importantes del departamento y que prefiere cobrar impuestos a los ciudadanos a buscar recursos ante el Gobierno Nacional.
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