El jueves, 18 de mayo, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) realizó un sobrevuelo alrededor del volcán. Desafortunadamente, no fue posible visualizar el fondo del cráter Arenas, debido a la gran cantidad de gases y vapor que emitía el volcán al momento del sobrevuelo. Sin embargo, en la superficie se pudieron observar los diferentes focos de desgasificación del volcán (lugares por donde sale el gas), así como la acumulación de ceniza alrededor del cráter.
Desde las 9:00 a.m. de ayer (18 de mayo) hasta la hora de publicación de este boletín, la actividad sísmica asociada a fracturamiento de roca en el interior del edificio volcánico mantuvo niveles similares en el número de sismos y en la energía sísmica liberada, en comparación al día anterior (17 de mayo), anunció el Servicio Geológico Colombiano.
Esta sismicidad se localizó en los sectores nor-nororiental, sur y suroriental del volcán, a una distancia máxima de 8 km a partir del cráter Arenas, con profundidades que oscilaron entre 1 y 6 km, y magnitudes bajas.
En relación a la sismicidad relacionada con el movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos, esta actividad mantuvo niveles bajos en el número de sismos y en la energía sísmica liberada, los cuales fueron similares al día anterior (17 de mayo). Algunas de las señales sísmicas estuvieron asociadas a emisiones pulsátiles de ceniza confirmadas a través de las cámaras web utilizadas para el monitoreo volcánico.
Por otro lado, continúan las variaciones en la desgasificación de dióxido de azufre y la salida de vapor de agua desde el cráter a la atmósfera. La altura máxima de la columna de gases fue de 1000 m, medidos desde la cima del volcán. La dirección de dispersión de la columna estuvo predominantemente hacia el occidente a noroccidente y, en menor medida, hacia el suroccidente de este.
Todos estos indicadores ratifican que la actividad del volcán Nevado del Ruiz sigue siendo muy inestable.