La matrona de las Kardashian, Kris Jenner, cumplió sus 64 años y su hija más famosa, Kim, le hizo uno de los regalos más emotivos e inolvidables de su vida.
Kim lo preparó todo. Solo invitó a sus cuatro hermanas y las amigas más cercanas de Kris, que en total no sobrepasaban las 40 personas. A todos los citó en un lugar y cuando ya estaban allí llegó la sorpresa. Ahí no iba a ser la verdadera fiesta, todos tendrían que movilizarse a una casa que la Kardashian alquiló por un día para celebrar el cumpleaños de su mamá.
Al ver al dirección Kris rompió en llanto y las hermanas de Kim, más que todo Khloé y Kourtney, no daban crédito del asunto. El lugar al que iban se trataba de la casa donde crecieron todas las Kardashian, su hogar de infancia, donde empezó todo el emporio que ahora tienen y donde compartieron los mejores momentos junto al primer hombre de la casa, el fallecido Robert Kardashian.
El regalo no solo fue poder entrar a la casa donde crecieron, sino que Kim la decoró exactamente como la tenían cuando vivían allí, con el mobiliario exacto, el «ridículo» papel tapiz que había puesto y hasta con el auto que alguna vez los llevó por todo Estados Unidos.
Todo esto lo compartieron en sus redes sociales y los seguidores de las mediáticas mujeres alabaron el gesto de Kim y celebraron el cumpleaños del cerebro de esta familia multimillonaria. Incluso, la misma Kim confesó en su post que no lloró cuando todos estaban entre lágrimas disfrutando el regalo, pero sí lo hizo durante los preparativos y hubo un momento en que se apartó del grupo, entro al baño de su infancia y lloró como si aún fuera un pequeña niña.