Este hombre se pude llevar el premio al «piloto más querido del año» luego de comprar 40 pizzas para animar a los pasajeros de un vuelo.
Según recogen varios medios internacionales, el avión que viajaba desde Los Ángeles hasta Dallas Forth Worth (Estados Unidos) debió ser desviado y obligado a aterrizar de emergencia debido a una tormenta eléctrica.
Los pasajeros y el personal aéreo debieron esperar toda la noche en un pequeño aeropuerto hasta que la tormenta se calmara, así que el piloto decidió invitar a todos a pizza para levantar un poco los ánimos.
El capitán de vuelo no solo ayudó a repartir las rebanadas de pizza a los 159 frustrados pasajeros sino que las pagó de su propio bolsillo.