Romain Grosjean sufrió un aparatoso accidente a 300 kilómetros por hora a causa de una tapa de alcantarilla en plena sesión de entrenamiento del GP Malasia.
El francés perdió el control de su monoplaza en la curva 13 al chocarse con una rejilla ubicada en un piano que se levantó después de ser pisada por Bottas y Raikkonen.