El niño llamado Rayan cayó el pasado martes en un pozo ubicado cerca de la casa de su familia en un pueblo del norte de Marruecos. El pequeño de 5 años se fue a un pozo de unos 32 metros de profundidad en la localidad marroquí de Ighran.
Testigos presentes en el lugar, ubicado junto a la vivienda familiar indicaron que “el niño sigue vivo”. Por otra parte, el vocero del Gobierno afirmó en las últimas horas: “Estamos cerca de salvarlo”.
Según el diario local Le Matin, las autoridades movilizaron cinco maquinarias pesadas que estarían excavando el pozo para llegar a su profundidad y lograr rescatar al pequeño que lleva más de 40 horas allí.
Hasta esta mañana de jueves 3 de febrero excavaron más de 19 metros de profundidad en unas labores en las que participan las autoridades locales.