Desde que inició la pandemia, la Organización Mundial de la Salud emitió recomendaciones y lineamientos de medidas que se debían tomar para evitar la propagación del covid-19, sin embargo, hoy en día muchos de esos protocolos ‘se caen de su peso’ por la falta de pruebas científicas.
El protocolo que quizá más se utiliza es el de la toma de la temperatura. La fiebre es uno de los síntomas en común de todas las personas que sufren el covid-19, sin embargo, un asintomático puede no tener alta temperatura, pero sí portar el virus.
Además, en muchos casos se desconoce si el termómetro tiene la calibración adecuada o si la temperatura la toman personas que sepan, pues en muchas ocasiones se toma la temperatura en partes del cuerpo donde no se calcula de buena manera.
Por último, no hay estudios que indiquen la efectividad de la toma de la temperatura, pues no hay una cifra clara de cuántas personas han sido descubiertas con covid-19 gracias a este mecanismo.
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Otro de los mecanismos ‘anticovid’ que parece no funcionar es el de los tapetes desinfectantes. Estudios sugieren que el virus no vive mucho tiempo en el piso, por lo que se hace poco efectivo realizar este lavado, que además, con químicos incorrectos, podría terminar dañando el calzado.
También están las aspersiones de químicos en la ropa y hasta los trajes antifluidos, así como llenar planillas en los ingresos de centros comerciales, que han demostrado tener poca eficacia para contener el covid-19, y que además pueden generar un pensamiento de relajo, que podría llevar a realizar un mal lavado de manos, o un inadecuado uso del tapabocas, lo que sí sería riesgoso.