Luego de que el pasado fin de semana se presentara toque de queda en el Valle de Aburrá, las autoridades hicieron un balance de cómo fueron los operativos en la región, y destacaron que en el nororiente de Medellín y el barrio Belén fueron los más indisciplinados.
Según lo indicó el comandante de la Policía Metropolitana, Eliécer Camacho, al nororiente de la ciudad, algunos uniformados fueron recibidos a piedra por ciudadanos que no querían dejar sus actividades recreativas ilícitas.
Por su parte, destacó que en algunos puntos de Belén Altavista, las autoridades tuvieron que llegar porque se presentaban diferentes fiestas en las calles.