Una madre mantuvo a su hija durante 6 años en una silla de ruedas a pesar de que no tenía discapacidad. La mujer aseguraba que la menor padecía “epilepsia y autismo incontrolados”. Pero una jueza británica señaló que la menor sufrió una «daño significativo» debido a la exageración que su madre le habría confesado a los especialistas.
La Justicia de Gran Bretaña ha culpado a la madre de sobredimensionar comportamientos y síntomas en la pequeña. La madre le daba medicamentos a su hija que no eran necesario tras dar datos exagerados o falsos a los médicos sobre la salud y el comportamiento de su pequeña.
La jueza que estuvo a cargo del caso detalló: «no puedo decir en este punto qué fue lo que llevó a la madre a retratar a su hija con tantos problemas, ya sea un sistema de creencias distorsionado provocado por la ansiedad, un anhelo de ayuda de una forma u otra, una manifestación de angustia más generalizada o algo completamente diferente», según medios locales
Además, dijo que la niña no tenía «un diagnóstico de epilepsia activa» y que no tenía «ningún rasgo de autismo». El dictamen también informó que la menor de edad no tenía dificultades físicas, señalaron que la niña era «bastante normal y enérgica».
Mientras continúan las investigaciones, la menor fue entregada a sus familiares mientras se conoce el resultado de las investigaciones.