No son tan mediáticos como los Óscar o los Emmy, no conectan con los jóvenes como los Grammy o los MTV, pero en Broadway dominan el arte del directo mejor que sus colegas del cine, la televisión y la música y se preparan para revalidar mañana con los Tony su título de la mejor gala del «show business».
«Nos hacemos más grandes», cantaba el año pasado en un espectacular número musical Neil Patrick Harris al devolver al Radio City Music Hall la gran fiesta del teatro de Nueva York. Y, a sus 68 años, los Tony prometen seguir creciendo, aunque no cambien de escenario y se hayan permitido ningunear en sus nominaciones a reclamos como Denzel Washington, Rachel Weisz, Daniel Craig, Michelle Williams y Daniel Radcliffe.
No los necesitan. Harris, sobresaliente maestro de ceremonias durante cuatro años, tomó tanto cariño a las tablas que acabó creando un vehículo para su lucimiento con «Hedwig and the Angry Inch», que con ocho nominaciones parte como favorita en la categoría de mejor reposición y, especialmente, en la de mejor actor de musical.
Para que el protagonista de «How I Met Your Mother» pueda recoger su potencial premio, el anfitrión será esta vez Hugh Jackman, a quien le tocó presentar los Óscar en época de crisis -y por su «optimización de recursos» ganó un Emmy al mejor conductor de un espectáculo televisivo-, y que este año vuelve a tomar las riendas de los Tony cuando parece que las favoritas son producciones más humildes.
La más nominada se estrenó de tapadillo y conquistó a los votantes de estos premios: «A Gentleman’s Guide to Love and Murder», una comedia macabra, fue ganando con el boca a oreja hasta alcanzar diez nominaciones. No son las trece que el año pasado tenía «Kinky Boots», pero tiene el encanto de haber logrado imponerse pese a su falta de ambiciones.
Aunque le sigue de cerca con siete nominaciones «After Midnight», la espectacular recreación del Cotton Club que ha colocado, además, a una latina a por la estatuilla, pues la cubana Isabel Toledo ha sido la encargada de vestir aquellas noches de jazz de principios del siglo XX.
Esa magia estará presente también en el Radio City Music Hall mañana, pues Patti LaBelle, Gladys Knight y Fantasía han preparado un número musical con el resto del reparto del multinominado musical, de la misma manera que Sting actuará para promocionar su musical, todavía sin estrenar, «The Last Ship».
Carol King (cuyo montaje biográfico, «Beautiful», también opta a siete premios), Idina Menzel (que espera que, no como en los Óscar por culpa de John Travolta, su nombre sea pronunciado correctamente) y Gloria Estefan completan el menú de alta gastronomía musical, pues no hay que olvidar que la gran ganadora del año pasado resucitó a una olvidada estrella del pop, Cindy Lauper.
Pese a su pinchazo en las nominaciones, Alan Cumming defenderá la vigencia de «Cabaret», y han confirmado asistencia estrellas como Kevin Bacon, Bradley Cooper, Ethan Hawke y Kenneth Brannagh, aunque no se espera que uno de los nominados de campanillas, Woody Allen, haga la excepción y aparezca en el auditorio para recoger un potencial premio por «Bullets Over Broadway».
Sí estará, en cambio, Clint Eastwood, cuya película «The Bridges of Madison County» ha sido convertida en espectáculo de Broadway el mismo año que él ha realizado la adaptación cinematográfica del musical «Jersey Boys».
Fuera de la cuestión musical, la que inevitablemente acapara toda la atención, el duelo entre Tennessee Williams y William Shakespeare se vive en la categoría dramática de reposición.
El primero con «The Glass Menagerie», que parece que tiene asegurada al menos la estatuilla a mejor actriz para Cherry Jones. El segundo con «Noche de Reyes», que al menos tiene que llevarse la de mejor actor secundario, pues tiene ahí a tres actores en liza: Mark Rylance, Paul Chahidi y Stephen Fry.
Finalmente, en los textos nuevos, parece que «Act One», la adaptación teatral de la biografía de Moss Hart, se llevará los premios de calle, aunque puede que «All the Way», protagonizada por Bryan Cranston (que podría sumar en un año el Tony, el Emmy y el Globo de Oro), podría dar la sorpresa. Nueva York, 7 jun (EFE)