Cortesía Nebraska Medicine
Kendra Jackson, una ciudadana de Omaha, estado de Nebraska, creyó durante años que tenía un simple resfriado o que el fluido que le salía por su nariz era debido a alergias, ese fue el diagnóstico de los doctores que visitó, sin embargo el líquido tenía otra extraña procedencia.
Aparte del goteo constante de su nariz, Kendra padecía de dolores de cabeza y su sentido del olfato estaba obstruido, por este motivo no podía dormir bien en las noches e intentó la mayoría de antihistamínicos del mercado con el objetivo de mejorar, sin mucho éxito, finalmente tuvo que dejar de trabajar debido a las molestias.
Fue así hasta que la atendió la médica Christine Barnes, quien luego de escuchar la historia de Kendra, se comunicó con una colega la cual mandó una muestra del líquido a un laboratorio para su análisis, resultó que se trataba de fluido cerebrospinal.
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Al parecer un accidente de tránsito que sufrió la mujer años atrás habría provocado una herida por donde se filtraba casi un cuarto del fluido que recubre el cerebro al día, además la exponía peligrosamente a sufrir una infección.
Kendra fue operada con éxito para cerrar la herida que afectaba su vida, el procedimiento se llevó a cabo a través de su nariz con instrumentos diseñados para otorrinolaringología.
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