Este hombre galés recuerda con gracia que tras una reunión con sus amigos se despertó con un dolor en el rostro, al ir al baño notó el dibujo que en ese instante pensó era con alguna tinta borrable. Para su pesar sus amigos fueron muy lejos y se trató de un tatuaje permanente.
“No tenía recuerdo de haberme hecho el tatuaje porque había estado celebrando con mis amigos la noche anterior y sucedió cuando estaba borracho. Cuando desperté a la mañana siguiente pensé que alguien había usado un marcador, aunque cuando lo intenté borrar no salía”, explicó.
“Cuando mi familia me vio por primera vez fui objeto de muchas miradas, pero después me acostumbré al tatuaje y decidí no deshacerme de él”, agregó.
Tras intentar quedarse con el tatuaje pero pasar por muchas criticas decidió borrarlo y luego de dos años y un tratamiento de láser está a punto de borrarlo completamente.
Así se ve luego del tratamiento: