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Después de 4 años de vivir en la zona, Alexander Arrieta una de las más de mil personas afectadas del barrio Moravia, y quien pensó que por fin había encontrado un lugar para bridarle un techo a su familia, lo perdió todo, de su casa, ubicada a bordo de la calle, sólo quedó una pared entera en pie, de ella, organizó un cambuche para resguardarse de la lluvia, el calor o el frio de la noche.
El pasado viernes, gigantescas llamas lo consumieron casi todo, hoy intenta sobrevivir de la caridad de las personas y se niega a irse para el albergue que brinda la alcaldía por temor perder lo poco que ha conseguido y luego quedarse sin nada.
Pide ayuda no sólo para él y su familia, sino para todos sus vecinos.