La pandemia dejó sin trabajo a millones de colombianos este año, pero no es el único factor que estaría llevando a la destrucción de labores, pues por estos días los campesinos también están viviendo su drama, especialmente los cultivadores de papa.
La papa se ha cotizado, históricamente, sobre los 1.000 pesos el kilo, pero ahora está tan barato que un bulto se puede negociar hasta en $8.000, situación que tiene en jaque a los campesinos boyacenses, que al ver que nadie les compra, decidieron salir a las calles a vender los bultos, y a recibir lo que las personas que le quieran pagar, pues no hay a donde más llevarla.
Y es que producir un bulto de papa cuesta al rededor de $32.000, y normalmente se comercializaba en $50.000, pero ahora es muy complicado, y en algunos casos, en las calles, les están pagando entre $10 y $15.000, y eso sí dan con una persona que quiera darles eso, pues les han ofrecido mucho menos.
Tras esta problemática, visiblemente detallada en redes, el gobierno nacional se comprometió a subsidiar una parte del bulto, pero los campesinos aseguran que deben mostrar factura, y vendiendo en la calle no tienen la facilidad de realizar una que les permita pedir el dinero, que además continúa siendo insuficiente.