Darío Gómez fue sepultado la tarde del sábado 30 de julio en Medellín, iniciando con una misa en la iglesia Santa Gema, y acompañado por una caravana de cientos de fanáticos hasta el cementerio Campos de Paz, donde tuvo que intervenir el ESMAD por algunos disturbios.
La alteración del orden se habría dado porque la familia solicitó privacidad desde el momento en que el cuerpo estaba en la iglesia, y al momento de ingresar a campo santo, sin embargo, los fanáticos querían acompañar a su ídolo hasta el último momento y al no poder lograrlo se iniciaron los desmanes.
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Fue necesaria la intervención del ESMAD para controlar los disturbios
Ante la situación, fue necesaria la intervención del Escuadrón Antidisturbios de la Policía, quienes dispersaron a las personas con gases lacrimógenos.