Según un estudio que publicó la revista British Medical Journal, la dieta de los bebedores de vino es más saludable que la que siguen los bebedores habituales de cerveza.
De este modo identificaron que los compradores habituales de vino también adquirían más cantidad de aceitunas, frutas, verduras, leche, queso bajo en grasas y carne de pollo y pavo.
Sin embargo, quienes adquirían más cantidad de cerveza estaban también más predispuestos a llevarse también a casa platos preparados, patatas fritas, mantequilla y margarina, salsas, bebidas azucaradas y azúcar.
En definitiva, los compradores (y presumiblemente consumidores) de vino se llevaban a casa más alimentos saludables que los que compraban cerveza. Un dato a tener en cuenta dado que tanto el vino como la cerveza tienen propiedades nutritivas y antioxidantes que hacen que su consumo moderado sea saludable.
Fuente: muyinteresante.es