Se conoció que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó penalmente a Stefan Correa, un farmaceuta estadounidense por presunto “intento de tráfico sexual de un menor e intento de viajar para participar en conducta sexual ilícita”.
Partiendo de la denuncia y la declaración jurada subyacente, el Departamento de Justicia reveló lo siguiente:
«Agentes del orden detuvieron a Stefan Andrés Correa, de 42 años, de Miami, Florida, cuando intentaba abordar un vuelo de Miami a Bogotá, Colombia. Se alega que los agentes del orden descubrieron nueve teléfonos celulares en posesión de Correa que contenían videos de Correa teniendo relaciones sexuales con supuestos niños menores, así como un intercambio de chat con un presunto traficante sexual, donde Correa supuestamente pagó por sexo comercial con niños de edades comprendidas entre 10 a 12 años en Colombia”.
Las acusaciones detallan que, «En el chat, Correa acordó (presuntamente) con el presunto traficante sexual verse con las víctimas menores de edad cuando llegara a Colombia. Correa hizo su aparición inicial el 19 de abril”.
Una audiencia de detención está programada para este 23 de abril.
Por su parte, si es declarado culpable, Correa enfrenta una sentencia mínima obligatoria de 15 años de prisión.
Con una sentencia máxima de cadena perpetua, así como hasta una condena de libertad supervisada.
El Departamento de Justicia explicó que HSI Miami investigó el caso con la ayuda de las oficinas de HSI en Cleveland, Ohio y Bogotá, Colombia.
Así como de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
La Agregaduría Judicial de la Sección de Estupefacientes y Drogas Peligrosas en Bogotá, Colombia, también brindó asistencia fundamental.
Este hombre se encontraba detenido, renunció a su derecho de mantenerse en silencio.
Además, confesó que ha viajado a Colombia más de 45 veces desde 2022 y que ha sostenido relaciones sexuales con menores los 11 años.
Las conversaciones del farmaceuta estadounidense señalado por turismo sexual
Según la investigación, las conversaciones de Correa detallaban sus “exigencias” a la traficante sexual de Medellín que le proporcionaba a las menores.
En estas conversaciones, se da cuenta que Correa ofrecía 300.000 pesos y un celular iPhone a cambio de acceder a sus peticiones.
En un principio, esta mujer asegura que la niña sobre la que hablaban (de 11 años) se encontraba «jugando» con su petición.
Por lo que Correa insistió en que “no iba a permitirlo” y que “iba a entrar al baño junto con la niña para asegurarse de que no fuera a llorar o quejarse en ningún momento”.
Asimismo, Correa le advierte a la persona de Medellín que le cuadra los encuentros con las menores:
“No voy a permitir que me interrumpan, bajo ningún concepto voy a permitirlo (…) si todo sale bien, yo les doy un iPhone”.
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