El partido entre Millonarios y Atlético Nacional supone varios retos en materia de seguridad para las autoridades administrativas y policiales en Bogotá.
Por un lado la histórica rivalidad entre los hinchas preocupa y, ante medidas como la prohibición del ingreso de ‘barras bravas’ a la ciudad, es preciso recordar que en la capital residen miles de aficionados del equipo paisa.
Partiendo de la dificultades que el compromiso pueda generar, las medidas que se tomarán, pasan por la restricción para que ingresen a la capital aficionados que lleguen en caravanas desde Medellín, así como la prohibición de hinchada rival al estadio, medida similar a la tomada en Medellín y que, pese a que a Autuori no le gustara, funcionó bien.
Para la seguridad se dispondrá de un total de 1.300 uniformados que custodiarán la ciudad, en especial los alrededores del estadio Nemesio Camacho El Campín. A estos se sumarán cerca de 300 Gestores de Convivencia e Inspectores de Policía.
Así como en Medellín, se prevé que en Bogotá también se decrete la ley seca en las inmediaciones del estadio de Bogotá y se expulsará del estadio a las personas que protagonicen comportamientos agresivos.
Finalmente se indica que los uniformados reforzarán las acciones policiales en los principales sitios de concentración de los hinchas, en especial en zonas de rumba, también se implementará un Puesto de Mando Unificado -PMU- para medidas de seguridad en cada una de las localidades, también para medidas regionales y distritales.
Frente al tema de transporte masivo de la ciudad no se ha establecido ningún tipo de restricción.
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