Informe Final Comisión de la Verdad.
El pasado 28 de junio la Comisión de la Verdad presentó su Informe Final, un documento compuesto por 10 capítulos que expone la investigación que llevaron a cabo sobre el conflicto armado y sus huellas en la población colombiana, un análisis realizado desde los testimonios, la documentación, el recorrer los pasos en los caminos de quienes más lo han sufrido en el país.
La Comisión de la Verdad estableció que iría publicando paulatinamente los diez capítulos, estando ya cuatro de ellos al aire, socialización que además se está dando en los territorios, para que llegue al mayor número de colombianos posibles.
El primer capítulo publicado se refiere a un análisis exhaustivo del conflicto armado colombiano desde sus orígenes, pasando por las primeras guerrillas, hasta los grupos paramilitares, las ejecuciones extrajudiciales y las violaciones a los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario por parte de todos los actores.
Las víctimas, que en muchos casos se vieron invisibilizadas, son presentadas desde sus sufrimientos, sus vivencias, los horrores a los que se vieron sometidas y su incansable lucha por la paz, la verdad y la democracia.
Los crímenes, que cada vez mutaban y se perfeccionaban, llegaron a las entrañas del país y de sus pobladores, de todos los estratos, razas, etnias y culturas, géneros y orientaciones sexuales, siendo más vulnerables algunos, pero sin resultar ilesos ninguno de los colombianos.
Las décadas fueron pasando y más personas se fueron metiendo en la violencia, haciendo más difícil conseguir la paz que muchas veces se vio como una utopía. Por ejemplo, el narcotráfico, se inmiscuyó en todos los niveles sociales y permeó y modificó una cultura que a veces se deja entrever entre los esfuerzos de seguir adelante y cambiar la percepción de nuestro país y nuestra gente.
A su vez, el Estado colombiano, en lugar de proteger, muchas veces se convirtió en victimario, en cómplice, e implementó estrategias que acabaron con miles de vidas, saliendo victoriosa, en la mayoría de los casos, la impunidad.
El capítulo está dividido en subcapítulos: historias anticipatorias, historias de devastación y formas de vida e historias del porvenir.
En estos se abordan los testimonios desde el dolor de las experiencias de violencia vividas, tanto de las víctimas como de los actores armados, desde antes que la guerra llegara a los territorios hasta que tenían que pasar por estos hechos y luego encaminarse a una nueva vida cargando con el pasado.
Desplazamiento, tortura, secuestro, falsos positivos y otros hechos victimizantes son tratados en este capítulo, crímenes que rompen lugares, tiempo, espacio social y comunidades.
La inconformidad y la lucha, que pasó de ser palabra a tomar las armas, se consolidó en muchos casos a la fuerza, siendo también víctimas personas que integraron las filas y sus familias.
Despojados, de sus vidas, cuerpos, territorios, seres queridos, de su destino, los que se atrevieron a contar sus historias crearon una colcha de retazos con los sentimientos, los recuerdos y los deseos, para resistir y seguir de pie, aunque a veces cojeen.
En este capítulo se aborda cómo los niños, niñas y adolescentes se vieron afectados por el conflicto armado, el cual atravesó sus vidas apartándolos de lo que se considera común en esta etapa de la vida y poniéndolos en un lugar inmerso en la violencia.
La ausencia, la orfandad, el no poder jugar como los otros niños y niñas, ser reclutados forzosamente, ser desplazados, no tener la posibilidad de estudiar, ser secuestrados, tener padres combatientes o de la Fuerza Pública.
Nacer en la selva, la pobreza, violaciones, resistencias, son los ejes centrales de este capítulo que visibiliza cómo vivir la niñez y la adolescencia se convirtió en algo casi imposible para miles de víctimas.
En este capítulo se habla de los colombianos que tuvieron que salir del país por el conflicto armado y se exponen 2.080 testimonios recogidos en 23 países, 200 son de testigos y el resto de víctimas del exilio.
El capítulo expone la segunda victimización en el país después del desplazamiento forzado, que a su vez afecta la paz de otros países.
Salir del país para ser tratado como un extraño en otro, abandonar a los seres queridos, la tierra que se pisó durante décadas y no volver a sentir el viento de la misma manera, porque no se es tocado por él sobre ese suelo al que se apega el corazón.
Los exiliados llegaron a lugares donde son invisibles y son tratados como tal, donde sus historias no son escuchadas, su idioma no es entendido y la estigmatización es recurrente.
Ese exilio, producto de la persecución a los opositores, organizaciones sociales, sindicatos y líderes sociales, se convierte en una práctica frecuente, que data desde los comienzos del conflicto armado en Colombia.
Para leer más noticias de Colombia ingrese aquí.
2022-07-12
Colombia enfrentará a Paraguay, Venezuela, Chile y Uruguay en el Sudamericano Femenino Sub-20 2026 tras…
Emergencia vial en Barbosa: un vehículo de transporte público se volcó en la vereda Corrientes…
Facundo Batista, tras un bajo rendimiento, se habría despedido de sus compañeros de Atlético Nacional
Violencia en el Valle del Cauca: asesinaron al director seccional de la DIAN en Tuluá…
El DIM enfrentará a Liverpool de Uruguay en la Fase 2 de la Copa Libertadores…
Golpe a la delincuencia en Cali: cayó ‘los Mojosos’, banda dedicada al robo de motos…