Independientemente de si vives en un país rico o pobre, occidental u oriental, practicante o aconfesional; es muy probable que cuentes con un buen licor para echarte un trago de vez en cuando. En este, nuestro mundo, hay al menos tantos aguardientes típicos como países.
América del sur
Nuestros hermanos latinos provenientes de un enorme conglomerado de culturas comparten sin embargo una pasión común: a todos les gusta catar una buena bebida.
Empezando por el clásico tequila mexicano, pasamos al Cocuy Venezolano; un licor extraído de la Agave Cocui (de ahí el nombre) que suele rondar los 50 grados.
Chilenos y peruanos gustan del Pisco extraído de la uva. Alcanza sobre los 40 grados y pega como mil demonios galopando dentro de tu garganta. Nada que ver con el suave sabor de la Hesperidina argentina y muy en consonancia con la Cachaça brasileña, procedente de la caña de azúcar.
Europa
El viejo continente no se queda a la zaga en lo que a empinar el codo se refiere. Si no conoces el Licor de Beirão portugués te recordará bastante a nuestra crema de orujo. Hablando de orujos, en Rumanía beben la Tuică, lo que viene siendo la versión heavy de nuestro patrio aguardiente blanco.
El Wisniowka de cerezas polaco o el Ouzo de regaliz griego son otra muestra de la enorme variedad etílica que Europa ofrece a los amigos de lo exquisito (y a los más viciosos).
África
El continente virgen alberga multitud de bebidas diferentes, pero muy pocas se producen más allá de pequeñas explotaciones o a nivel casero.
El más conocido, sin duda, el Amarula sudafricano, obtenido del fruto con el mismo nombre. En Nigeria también producen un rico vino de savia de palma y Etiopía un licor blanco denominado Katikala.
Los israelíes, que no siendo africanos están bien cerca de los egipcios, producen Sabra, bebida destilada de ¿lo adivinas? ¡un cactus!
Asia
La vasta superficie asiática es origen de multitud de brebajes de las más distintas procedencias. Así, en India fabrican Fenny, un destilado a base de coco y jugo de manzana, mientras que chinos y japoneses prefieren el Maotai y el Sake, respectivamente. En Filipinas, suponemos por llevar la contraria, fabrican un tipo de ron llamado Tanduay.
Hasta aquí han llegado nuestros hígados, pero sabemos que en esta lista caben aún muchas más bebidas espiritosas deseando ser descubiertas por los paladares del gran público.
Con información de cookingideas.es
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