Venezuela acordó pagar US$600 millones a la mexicana Cemex en compensación por la estatización de la filial local de la firma, una de las mayores cementeras del mundo, un monto inferior al que aspiraba la empresa. 

El gobierno del presidente Hugo Chávez expropió en el 2008 los activos de Cemex en Venezuela. Desde entonces las partes sostenían un arbitraje ante un organismo de arreglo de disputas adscrito al Banco Mundial.

Cemex, cuyo paquete de acciones era del 75,7% en la filial local, había pedido unos US$1.300 millones como compensación por su participación.

El acuerdo al que llegaron Cemex y el gobierno venezolano contempla un pago inicial de US$240 millones y cuatro desembolsos anuales de US$90 millones.

«Se ha llegado a un acuerdo favorable entre las dos partes», dijo el ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, citado en un comunicado oficial.

Por su parte, Jaime Elizondo, presidente de Cemex para Sudamérica y el Caribe, afirmó «estamos convencidos que el acuerdo ha sido positivo para todos», según la información estatal.

Chávez pasó a controlar completamente la industria cementera venezolana tras la nacionalización de las tres principales productoras: Cemex, la francesa Lafarge y la suiza Holcim.

Las dos últimas mantuvieron participaciones minoritarias en sus filiales venezolanas tras la estatización.

La industria cementera es vital para un ambicioso plan de viviendas de Chávez, que tras declarar que venció al cáncer busca extender por tercera vez su mandato en las elecciones presidenciales del 2012.

Las acciones de Cemex abrieron el jueves a la baja y luego operaban con ligeros cambios en México y los ADRs en Nueva York.

Con información de americaeconomia.com

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