Pippa McManus y su madre/ Propiedad de Daily Mail.
Pippa McManus y su madre/ Propiedad de Daily Mail.
Pippa McManus y su madre/ Propiedad de Daily Mail.

Pippa McManus y su madre/ Propiedad de Daily Mail.

La silenciosa, dolorosa y finalmente mortal anorexia sigue cobrando vidas en el mundo, y es por eso, que no debemos callar y sí, mantenernos alerta, por eso traemos a colación la historia de Pippa McManus, una chica que decidió quitarse la vida en diciembre de 2015, pues afirmó que «la anorexia le gabía ganado».

La chica con tan solo 15 años, luchó durante tres años contra la anorexia. Todo comenzó, como destaca el Daily Mail, cuando la chica empezó a preocuparse por su imagen y peso corporal… con solo 12 años.

Por algún motivo, la preadolescente le puso mucha atención a su barbilla, decía que era gorda, sin embargo, nadie le prestó mucha importancia al comentario.

A pesar de eso, la chica decidió encontrarle remedio a su barbilla, y comenzó a controlar su comida y a realizar series de ejercicios.

Al ver que cada vez estas actividades crecían, y que Pippa pasaba ayunos, la familia arrancó con la preocupación. Fue durante la navidad de 2012 cuando la chica colmó la taza, se desmayó en frente de todos.

Pippa McManus y su madre/ Propiedad de Daily Mail.

Pippa McManus y su madre/ Propiedad de Daily Mail.

De inmediato, fue atendida en el hospital y pronto, el servicio de salud mental infantil de Stockport, Inglaterra declaró que «era el peor caso de anorexia nerviosa que habían visto». Pippa pesaba solo 27 kilos.

Aunque comenzó con un tratamiento psicológico, la menor no mostró mejoras, antes, empeoró… La chica llegó a vendarse los pies porque los veía «demasiado grandes», y así, con 13 años la obsesión y odio por su cuerpo aumentó.

La chica fue internada en una clínica de rehabilitación y tratamientos para personas con dismorfía corporal.

A pesar de que nada mejoraba, el centro asistencial le permitía salidas, y allí, todo empeoraba, por lo que los padres de la menor solicitaron que no se le permitiera volver a casa, pues hallaron en la habitación de Pippa un oso de peluche, objetos cortopunzantes, una cuchilla llena de sangre y una nota suicida.

Pippa McManus/ Propiedad de Daily Mail.

Pippa McManus/ Propiedad de Daily Mail.

“No quiero crecer y tener una vida, en estos momentos no la tengo. No soy capaz de luchar más contra la anorexia. Lo he intentado mucho, pero me ha ganado”.

Sin embargo, la clínica le autorizó una salida a Pippa para diciembre… La chica regresó a casa, compartió lindos momentos con su familia, y no se dio a esperar para hacer ejercicio de manera compulsiva.

Luego de una pequeña discusión con sus papás que intentaban convencerla de que dejara tanto ejercicio, Pippa gritó: “Me voy quitar la vida ahora mismo” y se fue de la casa.

Luego de dos horas, las autoridades se presentaron ante la puerta de los McManus con nefastas noticias… Pippa le saltó al tren.

Pippa McManus/ Propiedad de Daily Mail.

Pippa McManus/ Propiedad de Daily Mail.

Devastada quedó la familia tras la noticia, y el proceso de luto fue bastante terrible: “¿Qué podría haber hecho? No debí gritar, tuve que insistir a la clínica, si no le hubiera dejado ver la televisión, y si…”

El tiempo pasó y la familia pudo procesar el dolor de la tragedia, con el que se creó ‘The Pip Foundation for ABC Anorexia and Bulimia Care’, una organización sin ánimo de lucro para ayudar a otras familias a afrontar la enfermedad.

“Mi hermosa hija Pip se quitó la vida el 9 de diciembre de 2015, cuando solo tenía 15 años. Nuestro sufrimiento nunca cesará. Pip pasó los últimos tres años de su vida luchando contra la anorexia, malnutrición, depresión y auto-lesiones. No quiero que la vida de Pip y su sufrimiento hayan sido en vano, siempre que podía intentaba ayudar a otros; por eso nosotros esperamos poder continuar con su trabajo a través de esta fundación”, explica su madre, como destaca el portal inglés.

Pippa McManus/ Propiedad de Daily Mail.

Pippa McManus/ Propiedad de Daily Mail.

El principal objetivo, crear un centro de diagnóstico precoz en Manchester, especializado en los preadolescentes y adolescentes, ya que este grupo, se ha convertido bastante vulnerable para esta enfermedad.

Sucede que, en esta edad, la inseguridad de una personalidad que apenas se forma y los típicos cambios de humor, esconden patologías y dificultan un buen diagnóstico. Por tanto, la madre de la fallecida chica destaca que los especialistas tampoco están formados para esto.

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