Ecuador hoy en día se encuentra entre los países con mejor infraestructura. El presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción, FIIC, Juan Ignacio Silva afirmó en 2015 que Ecuador está por encima del promedio en el ‘ranking’ de los países que poseen una adecuada infraestructura destinada al desarrollo. Así lo determinó un estudio de FIIC, que agrupa a las cámaras de la construcción y afines de 18 países de la región.

Ecuador está en el puesto 79, entre 148 países en infraestructura destinada al desarrollo, según el informe de la FIIC, en su Reporte de Competitividad Mundial 2013-2014. Hasta el 2012, Ecuador ocupaba el puesto 90, por debajo del promedio.

El chileno Juan Ignacio Silva, presidente del FIIC, visitó Guayaquil en febrero del 2015 y sostuvo que la infraestructura es uno de los valores con los que se mide la competitividad de un país. En el ranking, por debajo de Ecuador están Colombia, Perú y Argentina, y más abajo Venezuela. En el tope del desarrollo de infraestructura en América Latina se ubica Panamá, seguido por Chile y México.

Silva, consideró en ese momento que el desarrollo de la infraestructura depende en mucho de una inversión fuerte en el sector público, con el apoyo del sector privado a través de concesiones o asociaciones público-privadas.

Latinoamérica aporta el 9% al Producto Interno Bruto mundial de la industria de la construcción. En el 2013 la industria de la construcción de los países de la región generó USD 355,2 millones. Entre los 18 países que integran la FIIC, Ecuador se ubicó en el octavo puesto, con USD 8 029 millones, según datos del 2013.

Estos datos publicados por el Diario EL COMERCIO de Ecuador dan cuenta de una gestión eficiente con una dirección desarrollará y una visión futurista que orientó el entonces presidente Rafael Correa.

La revista Dinero en Colombia lo llamó en un editorial El milagro ecuatoriano en donde desde 2013 asegura que Ecuador nos supera a los colombianos en las mediciones mundiales de competitividad. Comparaba cómo en los últimos años Colombia permanecía estática en el ranking mundial de competitividad que elabora el World Economic Forum. Mientras nosotros permanecimos quietos según Dinero en el escalafón, en cinco años Ecuador avanzó 34 puestos.

¿Cómo hicieron los ecuatorianos para ascender vertiginosamente en el ranking mundial de competitividad, del puesto 105 al 71, mientras que Colombia se quedó paralizada en el lugar 69 de la tabla? Se preguntaba la revista colombiana. Y la respuesta está íntimamente ligada a las decisiones que el presidente Rafael Correa quien contra viento y marea decidió sacar a su país del atraso. “A los colombianos, Correa nos parece arrogante, pendenciero y antipático, pero nadie puede negar que se la ha jugado a fondo en tres frentes: infraestructura, calidad de la educación e innovación”, afirmaba categóricamente Dinero en su editorial en el 2013.

En infraestructura intervino 7.000 kilómetros de carreteras e invirtió más de US$5.000 millones. Correa hizo puentes, autopistas de ocho carriles y una red de nuevos puertos con tecnología de vanguardia. Construyó ocho hidroeléctricas, reconstruyó cuatro aeropuertos y puso en funcionamiento la primera línea del Metro de Quito, diseñada para transportar 400.000 pasajeros al día. Esas decisiones de Correa implicaban que la inversión del gobierno ecuatoriano en obras públicas representara el 13% del Producto Interno Bruto del país mientras Colombia apenas ocupaba el 1% del PIB en infraestructura.

El expresidente Rafael Correa ha pasado a la historia como el gobernante de izquierda que ha puesto a su país en la ruta del desarrollo. De lejos es el símbolo de lo que sería una izquierda eficiente, que contrasta con la gestión de casi toda la izquierda latinoamericana que ha conducido a sus países a la ruina como la Venezuela de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, la Cuba de Fidel Castro y Raúl y la Nicaragua de Ortega.

En educación los logros del Ecuador de Correa no dejan de sorprender. Ascendió 40 puestos en el ranking de competitividad global en educación superior. Correa invirtió 30 veces más que los últimos siete gobiernos juntos en esta materia y cerró 14 universidades por déficit de calidad académica y otorgó becas a más de 5.000 estudiantes para que pudieran estudiaren las mejores universidades del mundo. Ayudó a bajar la tasa de interés del crédito educativo de 12% a 4,6% y eliminó la deuda por mérito académico.

Correa implementó el Sistema Nacional de Nivelación y Admisión, que permitió duplicar la matrícula de afrodescendientes, indígenas y de estudiantes de los estratos más pobres del Ecuador. Este logro fue destacado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el cual indica que Ecuador es el país con mayor participación de pobres en educación superior en América Latina (26%), por encima de Chile y Argentina.

En innovación, según el informe del Foro Económico Mundial se destaca la inversión que hizo Ecuador durante el gobierno de Correa. Ese año el gobierno destinó cerca de US$782 millones para inversión en investigación y tecnología, lo que cuadruplicaba los recursos que habían destinado los gobiernos de los últimos años.

Correa trabajó con ahínco en el proyecto Yachay, con el que aspiraba a convertirse en el Sillicon Valley de Latinoamérica. Una ciudad dedicada a la investigación y a la innovación tecnológica en donde se reclutaría a los mejores conocedores e investigadores de Suramérica. No es carreta. El informe del Foro Económico reconoció que Ecuador había subido en materia de innovación más de 60 puestos en los últimos años gracias la iniciativa Yachay.

El Ecuador de Correa demostró los efectos positivos de la capacidad de decisión y la perseverancia en temas críticos.
A pesar de la visión de los detractores que acusaba a Correa de haber financiado parte de las inversiones hipotecando el país a China, la gran fuente de recursos para Ecuador, desde la moratoria de la deuda ecuatoriana de 2008, lo cierto fue que el “camarada” Rafael Correa se atrevió incluso a retar a los Estados Unidos pero con un criterio de eficiencia y desarrollo que su sucesor puede poner en peligro. La decisión de Correa de invertir en infraestructura, dejó a su país a un nivel que ningún gobierno izquierdista ha logrado. Por algo lo consideran un buen alumno de los chinos y su enfoque de socialismo con desarrollo y progreso.

Un izquierdista atípico que sacó a Ecuador del atraso en infraestructura y sedujo a un pueblo que no creía que se podía. Un electorado que reclama su regreso pero que le pide que esta vez no cometa el error de haber crecido a sus enemigos como sucedió con el propio presidente Lenin Moreno y el empresario Juan Eljure, un antiguo contrabandista que ahora ronda los estrados judiciales y se ha hecho con la distribución de los carros Hyundai en Colombia a punta de acciones non sanctas.

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Redacción Minuto30

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