Foto tomada de archivo

Lo primero que hay que aclarar es que el COVID-19 o coronavirus no es una infección de transmisión sexual y por ende no se contagia por el sexo como tal.

Sin embargo, mantener relaciones sexuales conlleva un contacto íntimo y ese traspaso de partículas es lo que podría generar un posible contagio.

Hay que entender, sobre todo, que se trata de un virus que afecta a ciertas poblaciones de riesgo –adultos mayores, personas con sistemas inmunológicos deprimidos o enfermedades autoinmunes, y con afecciones respiratorias– pero que si nuestro sistema inmune está bien, deberíamos poder sobrellevar la situación. Por ende, nuestras prácticas sociales y demostraciones de cariño no necesariamente se deberían ver afectadas.

Como explica la Organización Mundial de la Salud, el contagio de persona a persona se da a través de las partículas procedentes de la nariz o la boca que salen cuando una persona infectada tose o exhala. Y por eso, a mayor contacto, mayores posibilidades de contagio.

Entonces es sumamente importante tomar precauciones, como lavarse las manos con frecuencia, usar alcohol gel, no toser o estornudar abiertamente y avisar si es que nos estamos sintiendo mal, pero estas son prácticas de responsabilidad e higiene que en estricto rigor debiésemos aplicar a lo largo de nuestras vidas y en todo ámbito, no solo cuando hay una pandemia. Porque se trata de ser responsables.

Tomado de revista Paula.cl

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Redacción Minuto30

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