Minuto30.com .- Cerca de 70 personas acompañaron el cortejo fúnebre que dio el último adiós a Juan Camilo Giraldo, conocido como «morocho» entre los integrantes del colectivo cultural de hip hop Semillas del futuro. Una triste escena de niños despidiendo a otro pequeño que fue arrebatado de las entrañas del arte por no escoger los tentáculos de la guerra, produce un desazón por el futuro que le espera a esta ciudad. ¿Qué estamos haciendo por los niños que son la esperanza del mañana?

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Una triste despedida del niño rapero en el cementerio del barrio La América en el occidente de Medellín, se vivió luego de una rápida eucaristía que se celebró en la Iglesia de Jesús Nazareno cerca a la sala donde fueron velados los restos del joven rapero en centro de la capital antioqueña.

El cortejo fúnebre conformado por cerca de 70 pequeños, sus compañeritos de canto que guardan la esperanza de un mejor futuro a través del arte, se hicieron presentes para darle la despedida a Juan Camilo Giraldo que murió por las balas que asesinan los sueños de los artistas de la Comuna 13.

Los medios que hicieron eco de su muerte olvidaron la cita para despedirlo, sin tanto curioso y en una soledad casi pasmosa,  solo los mas allegados le acompañaron hasta su última morada.

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Familiares y amigos cargaron el ataúd donde yacía el cuerpo de «morocho» y entre canciones de rap que tanto le gustaban, entonadas por los integrantes del colectivo cultural, fueron llevándolo hasta su sepúlcro. Se dejaban escuchar algunos gritos de dolor que despedían al pequeño Juan Camilo de 14 años.

Al lado del cementerio, cerca de un lugar donde hace pocos días comenzaron a hacer una siembra de árboles y flores, los amigos de ‘morocho’ le hicieron un grafiti con su nombre: Morocho descansa en paz, donde todos lo recuerdan.

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