otografía tomada hoy, viernes 18 de mayo de 2018, a una obra plástica donde aparece el legendario guitarrista Jimi Hendrix, que hace parte de la exposición Miami Rocks The Miami Pop Festival, que el Museo de Historia de Miami exhibe hasta el 30 de septiembre. EFE
otografía tomada hoy, viernes 18 de mayo de 2018, a una obra plástica donde aparece el legendario guitarrista Jimi Hendrix, que hace parte de la exposición Miami Rocks The Miami Pop Festival, que el Museo de Historia de Miami exhibe hasta el 30 de septiembre. EFE
otografía tomada hoy, viernes 18 de mayo de 2018, a una obra plástica donde aparece el legendario guitarrista Jimi Hendrix, que hace parte de la exposición Miami Rocks The Miami Pop Festival, que el Museo de Historia de Miami exhibe hasta el 30 de septiembre. EFE

otografía tomada hoy, viernes 18 de mayo de 2018, a una obra plástica donde aparece el legendario guitarrista Jimi Hendrix, que hace parte de la exposición Miami Rocks The Miami Pop Festival, que el Museo de Historia de Miami exhibe hasta el 30 de septiembre. EFE

Durante dos días de mayo de 1968, miles de jóvenes se reunieron en los terrenos de un parque de Miami para disfrutar de la música del legendario Jimi Hendrix y del pionero del blues John Lee Hooker, un gran encuentro al aire libre que configuró el mítico festival de Woodstock de 1969.

Ahora, cuando se cumple medio siglo de este primer evento de rock precursor de Woodstock, el Museo de Historia de Miami ha querido celebrar con una ambiciosa exposición aquel acontecimiento poco conocido, pero seminal.

«Miami Rocks: The Miami Pop Festival» es el título de la exhibición que revive aquellos dos maravillosos días de música en directo a través de más de medio centenar de fotos, objetos, recuerdos y el testimonio de aquellos que lo vivieron y han contado.

Hendrix fue la gran estrella del festival, como lo sería aún más en Woodstock, el evento pop más icónico de la historia. Pero junto al virtuoso guitarrista zurdo triunfaron también en Miami otros como Chuck Berry, el padre del rock’n’roll, o el inclasificable Frank Zappa.

Cerca de 25.000 jóvenes se acercaron al Gulfstream Park, en Miami, para ver a sus ídolos, el 18 y el 19 de mayo de 1968. Era la época del «haz el amor y no la guerra», con el conflicto bélico de Vietnam (1955-1975) como telón de fondo y unas ganas desatadas de pasarlo bien.

Si, como dice Michael Lang, el promotor que estuvo detrás del Miami Pop Festival, en este evento «se plantó la semilla de Woodstock», las fotografías de Ken Davidoff certifican el brillo de esas jornadas de música a lo grande, en directo, aún lejos del control de las grandes corporaciones y la industria musical.

Davidoff reconoce que en ningún momento entonces fue consciente del valor histórico y repercusión de aquellos días; pero, medio siglo después, el recuerdo de las instantáneas que tomó, cámara en mano y descomunal flash, empapan de juvenil entusiasmo sus respuestas.

«¡Sentía uno tanta libertad entonces! Ahora, si quieres sacar fotografías en un concierto tienes que rellenar una solicitud, decir quién va a tomarlas, firmar un contrato de no venta de las fotos y cosas así», dijo Davidoff, quien evoca sonriente un puñado de anécdotas curiosas.

Por ejemplo, la que desvela por qué solo cuelgan en la muestra dos instantáneas de la actuación nocturna de Hendrix.

Cuenta con gracia el fotógrafo que durante el concierto nocturno de Hendrix tuvo que usar un flash de grandes dimensiones con una batería de 500 voltios y, tras una primera foto, decidió acercarse al escenario para sacar un primer plano del músico.

Fue entonces que «Jimi se detuvo y dijo: ‘No más flashes’. Y pensé que se refería a mí, que le deslumbraba; por lo que bajé mi cámara y no tomé ninguna foto más», recuerda.

Pero lo cierto es que Hendrix no se había dirigido a Davidoff, sino al responsable de las luces del concierto que encañonaba tenaz un foco contra el rostro del artista.

Especial cariño siente Davidoff por la fotografía en que aparece junto a Hendrix la primera mujer de Paul McCartney, Linda Eastman, también fotógrafa, y aquellas otras en que capta a Hooker y Zappa, aunque su objetivo prioritario y casi exclusivo, reconoce, era Hendrix.

La muestra recoge también en imágenes y textos el trasfondo de esos años de «proclamas, contracultura y el movimiento de los derechos civiles», de un «tiempo de cambio en Miami y todo Estados Unidos», explica Jorge Zamanillo, director ejecutivo del museo.

Ensalza Zamanillo el «candor» y las «espontaneidad» de las instantáneas del festival tomadas por Davidoff, entonces un chico de 16 o 17 años, estudiante de ‘high school’, encandilado con Hendrix.

Gracias a sus imágenes, se puede capturar en la muestra la atmósfera y autenticidad de un festival pionero, sin patrocinadores, surgido del empuje de una idea que germinó en la mente de dos jóvenes atrevidos, Lang y Ric O’Barry.

Un acontecimiento sin el cual, subraya el experto, «no hubiera podido realizarse Woodstock». Así al menos se lo aseguró Lang: «Si no hubiera organizado este festival en Miami, no habría hecho Woodstock».

La exhibición, que permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre, es pues una ocasión única para rastrear el origen de Woodstock, que marcó a varias generaciones siguientes de jóvenes de todo el mundo.

En la recepción oficial de esta noche, Leon Hendrix homenajeará a su hermano interpretando algunas de sus canciones con la Lee Tiger’s Band.

La muestra del museo incluye también recuerdos de la segunda edición del Miami Pop Festival, en diciembre del mismo año, en la que actuaron Grateful Dead, Joni Mitchell y Fleetwood Mac. EFE

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