Hace 25 años, el Metro de Medellín recibía a su primer pasajero, que no sería el último, y en sus ‘ticinco’ años, como se le dice comúnmente en la ciudad, el medio de transporte más querido por los antioqueños, ha recorrido 150 millones de kilómetros, la distancia equivalente de la tierra, hasta llegar al sol.
Justo cuando Medellín era la ciudad más violenta del mundo, la ciudad demostró por qué es catalogada por su pujanza, teniendo en cuenta que entre 1989 y 1992, la obra estuvo detenida, y el país tenía la incertidumbre de saber si realmente la capital de Antioquia sí sería capaz de sacar adelante su proyecto más importante.
Fue hasta el 13 de febrero de 1992 cuando en medio de litigios legales, que hasta se iban a ir a Panamá, se logró reactivar el contrato y con ello las obras volvieron a darse.
Los sobrecostos también complicaron la obra, que pasó de valer US1.335 millones de dólares a US2.883 millones, lo que supuso el doble del presupuesto. Esto hizo que la ciudad renunciara a la sobretasa de la gasolina y al impuesto del tabaco y cigarrillo hasta 2.083, año en el que el Metro terminará de pagarse.
Luego de superar eso, que duró en total 12 años, un tren salió a operar a las 11:00 a.m. del 30 de noviembre de 1995, entre las estaciones Niquía y Poblado.
Aunque su inicio fue complicado, hoy el Metro de Medellín ha movilizado a más de cuatro mil millones de pasajeros, lo que significa que, al menos, ha movilizado 85 veces a todos los colombianos del país.
Hoy, el Metro se divide en 12 líneas, no todas de tren, pues de los 85 kilómetros que hay, 31 corresponden al modo férreo, mientras que hay casi 15 kilómetros de metrocables y 12,5 de Metroplus. Existen 45 estaciones, 26 paradas y 42 paraderos.
