Hace unos días fue tendencia una propuesta del Alcalde Daniel Quintero Calle para hacer del Área Metropolitana un distrito especial con un solo mandatario que sería elegido en 2030 o 2032, es decir, es una idea a futuro que, en ningún momento contempla cambiar el funcionamiento actual de los departamentos. El tema se pone sobre la mesa como una manera para pensar en administrar el territorio de una manera más eficiente y aprovechando el potencial de cada uno, para gestar proyectos macro a nivel nacional con mejores herramientas.

Actualmente en el Congreso de la República se cursa un proyecto, radicado por la bancada del Centro Democrático, que busca convertir a Medellín como Distrito Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación, que básicamente lo que hace es conferirle un régimen especial diferente al establecido para los municipios en temas de asignación presupuestal. Para lograr este objetivo, el proyecto debe tramitarse como acto legislativo, que es una modificación a la Constitución, por lo que se deben cursar 8 debates (ya pasó el primero).

¿Y qué tienen que ver ambos temas? La propuesta, es que la declaratoria de Distrito Especial acoja al Área Metropolitana. Sin embargo, en el momento, aunque la idea “le sonó” a uno de los proponentes, el proyecto sigue siendo para Medellín. Lo interesante del asunto es, que de ser acogido luego de un debate profundo y alejado de los egos políticos, la Ley 1625 de 2013, “por la cual se deroga la Ley Orgánica 128 de 1994 y se expide el Régimen para las Áreas Metropolitanas”, contempla en el artículo 35 que “las áreas metropolitanas podrán convertirse en distritos, si así lo aprueban en consulta popular los ciudadanos residentes en dicha área por mayoría de votos en cada uno de los municipios que la conforman, y siempre que participen en las mismas, al menos la cuarta parte de los ciudadanos inscritos en el censo electoral”.

En Colombia ciudades como Bogotá, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta y Buenaventura ya funcionan como Distritos Especiales y en el caso de Medellín, otro factor importante es que, la declaratoria en Ciencia, Tecnología e Innovación va de la mano con el trabajo que se viene realizando desde la administración y el plan de desarrollo 2023, cuyos esfuerzos están enfocados a hacer de la ciudad un valle del software.

Para el análisis de la inclusión del Área Metropolitana es muy importante tener en cuenta aspectos claves como el presupuesto que permitiría tener ciudades mejores planificadas y jalonar recursos que, definitivamente, impactarían en la calidad de vida de los habitantes, puesto que permitiría seguir expandiendo proyectos con modelos administrativos más eficientes.

El debate queda sobre la mesa, y merece un análisis serio, objetivo y profundo que permita proyectar las ciudades con una visión más amplia, que les permita un progreso más allá del centralismo y de un límite. Claro, también se tiene que planificar la estructura administrativa y hacerlo bien, pero no se pueden condenar los territorios.

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Redacción Minuto30

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