Actualmente lo hípster es un boom en el mundo de la moda, pero sus tradiciones y costumbres tienen un fondo y un significado que carga con ideologías, símbolos e historias antiguas.

Harry Styles personifica el estilo hipster/ Tomada de archivo.

Harry Styles personifica el estilo hipster/ Tomada de archivo.

En lugares de Estados Unidos como Los Ángeles y Nueva York aparecieron las primeras señales de esta subcultura en la década de los noventa, pero fue depués del 2000 que llegó una nueva ola hípster.

Hoy en día, reconocerlos es sencillo. Los lentes de marco grande, barba, un libro vintage bajo el brazo y un café artesanal en la mano los delatan.

Una de las características más notorias es la barba, que con ella uscan resaltar y llevar algo raro e inusual. Pero, durante los cincuenta y sesenta no eran bien vistas porque eran los hippies quienes se dejaban la barba para que los hombres adinerados se diferenciaran.

Pero en la actualidad, una barba refleja el trabajo que desempeña un hípster. Esto está ligado a las empresas más modernas y casuales de tecnología como Apple, Google y Facebook, en donde el saco y la corbata fueron reemplazados por una apariencia relajada y de innovación. Por lo tanto, el mejor complemento para llevar con la barba es una camisa de cuadros tipo leñador.

Huír de la adultez hace parte de la ideología de un hípster, por lo que las tendencias infantiles y cursis como los estampados en la ropa de mariposas, peces, pajaritos y los colores pasteles son la representación del entusiasmo que los lleva a oponerse al aburrimiento y la seriedad de llevar una vida adulta. Buscan una salida a la libertad y a acoger la dulzura e inocencia de la niñez.

El rechazo a las finas vajillas de las reuniones adultas combinado con la nostalgia de cosas que viven de los recuerdos de un momento agradable, hace que esta subcultura adore los objetos vintage. Un ejemplo de ello es el uso de los frascos de mermelada, con lo que quieren mostrar su autenticidad. Los hípsters quieren volver a las raíces de un hecho, como lo es la preparación de la comida. Esa nostalgia ha provocado que estas personas pertenecientes a esta ideología logren que símbolos y objetos vintage sobrevivan al paso del tiempo y su uso sea práctico en la actualidad.

El pensamiento artesanal es parte de la columna vertebral de esta subcultura. Elaborar lo propio, con ingredientes orgánicos y habilidades artesanales es un retorno a las raíces y al pasado. Huyen de la comida adulta, la gourmet y rechazan los restaurantes elegantes. Para un hípster, no hay nada mejor que saborear una cerveza o un café artesanal.

Un hípster es más que un personaje raro y auténtico. Dentro de sus motivaciones y sus símbolos externos, carga con ideologías y costumbres que vienen desde el pasado y no quiere soltarlo, porque esa nostalgia de lo que fue es el motor de vida de lo que es hoy. @mmedina6

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