“Los psiquiatras no se ocupan de los locos”

El especialista Francisco Cavanzo afirma que cada vez es menor el estigma de las enfermedades mentales y más frecuente que las personas les lleven sus problemas emocionales a los profesionales.

Cuatro de cada 10 colombianos ha padecido, en algún momento de su vida, una enfermedad mental. Y en tres de cada 10 casos, las causas de su padecimiento se relacionan con la disfunción familiar, según datos del

Estudio Nacional de Salud Mental del 2010. La ansiedad y la depresión, particularmente, son algunos de los trastornos que más llegan a las consultas de los psiquiatras quienes, con el paso del tiempo, han dejado de ser vistos como los profesionales médicos que se ocupan de los «locos», estigma que los ha perseguido por años. “Se dan cuenta de que no es nada del otro mundo, ni algo misterioso, sino que, al contrario, es una relación entre dos seres humanos en la que pueden obtener alivio para su sufrimiento”, afirma el médico psiquiatra René Francisco Cavanzo, egresado de la Universidad del Rosario –vinculado a la entidad desde hace algunos meses-, quién habló con MedPlus sobre los retos de la psiquiatría actual y de los trastornos emocionales más comunes en nuestro medio.

¿De qué se ocupa la psiquiatría actual?

Se ocupa del sufrimiento humano. Sufrimiento psíquico en particular. Las enfermedades mentales han adquirido cada vez mayor importancia; de hecho, la OMS plantea que para el 2020 la depresión, en particular, va a ser una de las principales causas de discapacidad laboral en el mundo. Cada día es más frecuente ver personas con trastornos mentales, situación que impacta su entorno familiar, laboral, la economía del país. Hoy, más que antes, la psiquiatría busca intervenir tempranamente en la vida de las personas con problemas emocionales para evitar que sus dificultades se conviertan en un trastorno y adquieran un carácter crónico.

¿Cómo intervenir tempranamente para evitar que un problema emocional se convierta en un trastorno?

Es muy importante consultar oportunamente. El solo hecho de poder compartir lo que está ocurriendo con una figura empática, dispuesta a escuchar, sin juzgar ni criticar, sino con el único objetivo de entender y proporcionar alivio al sufrimiento, hace que las posibilidades de éxito aumenten. Al igual que ocurre con cualquier condición médica, cuando se realiza un diagnóstico adecuado y oportuno y se brinda un buen tratamiento, se puede modificar el curso y el pronóstico mejora.

¿Qué hay detrás de la ansiedad?

Las enfermedades y condiciones mentales, en general, son multifactoriales. No existe una causa en particular para una condición específica y menos cuando hablamos de ansiedad o depresión. En general, existe cierta predisposición genética o biológica en la persona, a la cual se suma su historia de vida, su historia personal, sus experiencias, sus relaciones más significativas y ciertos factores ambientales que pueden terminar desencadenando en un trastorno.

¿Cuál es el perfil de las personas que con mayor frecuencia van al psiquiatra por problemas emocionales?

Personas comunes y corrientes, como usted o yo.Estos problemas son frecuentes en nuestro medio,y los perfiles y niveles socioeconómicos y educativosson diversos. Sin embargo, uno ve que las personasvinculadas a empleos donde tienen enormespresiones laborales y emocionales, o aquellas queson muy estrictas consigo mismas, tienden a desarrollarcon mayor frecuencia estos cuadros.

¿En qué consiste el trabajo psicoterapéutico?

Empieza por establecer una alianza o un vínculo terapéutico con el paciente. Es fundamental que haya empatía con el médico, y que el paciente se sienta cómodo. Se brinda un espacio físico adecuado, pero sobre todo, un espacio mental para que el paciente se sienta escuchado genuinamente, acompañado en su dolor. Consiste en hablar y, a través del diálogo, lograr entender y comprender. Es un encuentro entre dos seres humanos, en el que se pretende, por medio de la palabra, comprender el dolor del otro y proporcionarle alivio. Existen diferentes técnicas y enfoques, pero en todos se requiere constancia y tiempo.

Fuente: Revista MedPlus
ED 86