Son varias las razones por la que los colombianos aún no hayan visto el nuevo billete de 100.000 pesos y que su uso no sea tan común en la economía nacional.
Según un informe de La República, muchas personas continúan sin conocer de primera mano el nuevo billete que circula en el mercado desde el 31 de marzo de 2016, el cual contiene el retrato del presidente Carlos Lleras Restrepo y el paisaje del Valle de Cocora en Quindío.
La primera razón por la cual este billete es tan escaso es que no es compatible con los cajeros electrónicos del país por su dimensión y grosor, Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, Comentó en el informe de La República que “hay que adecuar las gavetas y eso implica unas inversiones grandes, por lo que los retiros de estos billetes se hacen desde ventanillas””.
La segunda razón es que este papel moneda se encuentra mucho más habitualmente en las principales ciudades del país además “su monto en circulación todavía es muy bajo frente al cupo total de billetes, si se tiene en cuenta que en 2017 circularon $71,9 billones y solo 1,3% correspondió al papel moneda de mayor denominación. Si en 2017 circularon 9,9 millones de piezas de $100.000, quiere decir que solo uno de cada cinco colombianos ha visto un billete de estos”, añade el reporte.
La tercera razón es que los colombianos guardan estos billetes por ser tan escasos y prefieren retenerlos a utilizarlos por la cuarta razón explicada por el reporte: “la dificultad para que el comercio en general lo reciba, como destacó el presidente de Fenalco, Guillermo Botero. “En la medida que no comiencen a parecer en los cajeros, no va a haber una presentación masiva. Es un proceso que va poco a poco, es progresivamente que uno los va encontrando””.
Por último, agrega el informe que es más económico el uso de estos nuevos billetes por varias razones: “De acuerdo con el Emisor, imprimir un billete de $50.000 tiene un costo cercano a los $120, mientras que uno de $100.000 vale apenas $10 más, lo que ayuda a tener eficiencia en su gasto. Adicionalmente, disminuyen costos como el transporte y el almacenamiento del papel moneda, no solo para el Banco de la República, sino también para las entidades financieras.”