Las jugadoras de Corinthians.

La Copa Libertadores del fútbol femenino, cuya disputa estuvo amenazada por las duras protestas sociales que sacudieron a Ecuador a principios de octubre, terminará este lunes con una estela de talento, bellos goles y con dos equipos brasileños embarcados en alzarse con el título.

Ferroviaria y Corinthians disputarán este lunes la final, mientras que Cerro Porteño y América de Cali irán por el tercer lugar.

El enfrentamiento entre brasileñas por la corona de la undécima edición de la Libertadores femenina, tendrá en las atacantes de Ferroviaria a las más contundentes del torneo, con 20 goles, frente al buen sistema defensivo mostrado por Corinthians, que en cinco partidos recibió apenas cuatro.

En la primera fase de grupos del torneo, mientras Ferroviaria anotó 15 y recibió 4 tantos, Corinthians hizo 8 y encajó la misma cantidad de tantos que su rival de turno.

No obstante, en las fases de cuartos de final y semifinales, Ferroviaria recibió tres tantos y Corinthians ninguno, por lo que los especialistas estiman que consolidó su estructura defensiva.

Llegar hasta la final no ha sido fácil, sobre todo si se considera que el torneo también afrontó el rigor de las duras protestas sociales en Ecuador.

Ello sumado al estado de excepción que aplicó el Gobierno ecuatoriano para intentar frenar las masivas manifestaciones en Quito que se mantuvieron entre el 3 y el 13 de octubre.

En medio del convulsionado escenario se disputaron los cuatro primeros partidos del certamen el 11 de octubre, con triunfos del campeón del año pasado, el colombiano Atlético Huila sobre el uruguayo Peñarol, y del ecuatoriano Deportivo Cuenca ante el venezolano Estudiantes de Caracas.

Ese mismo día, el brasileño Ferroviaria, que ganó el título 2015, empapó con goles al boliviano Mundo Futuro, con un contundente 10-1 y cinco de la máxima goleadora Nathane, con 9 anotaciones; mientras que las paraguayas de Cerro Porteño sorprendieron y vencieron al equipo campeón de 2012, el chileno Colo Colo.

El torneo se suspendió el día 12, horas antes de los siguientes cuatro partidos, debido a que las protestas contra la subida de los precios de las gasolinas arreciaban en la capital ecuatoriana.

A la Conmebol y a los organizadores locales no les quedó otra opción que suspender el torneo hasta que volviera la calma y con el curioso antecedente que en el partido entre Peñarol y Colo Colo se fue la luz por unos desperfectos en el estadio «Atahualpa», lo que terminó por ensombrecer la jornada inicial.

Las protestas, convocadas principalmente por el movimiento indígena, fueron desarmadas el domingo 13 de octubre, luego que el Gobierno ecuatoriano diera marcha atrás en el ajuste a los combustibles.

Tras reanudarse el torneo, el brillo del juego femenino volvió a retratarse en los estadios «Atahualpa» y «Rodrigo Paz» de Quito, los dos escenarios del torneo que acogieron a poco público, aunque fueron cálidos para las jugadoras que afrontaron el rigor de las noches de la capital ecuatoriana, enclavada en una meseta andina a 2.850 metros de altitud.

El torneo también permitió ver la consagración de una de las máximas goleadoras, la atacante Madelein Riera, del Deportivo Cuenca, que ocupa el segundo lugar de la tabla de anotadoras con 8 unidades, una menos que la brasileña Nathane, que también logró otra hazaña al marcar ante una de las mejores porteras del torneo, la paraguaya Gloria Saleb.

La portera guaraní, asimismo, se convirtió en protagonista en uno de los partidos de cuartos de final frente al Deportivo Cuenca, pues anotó el gol decisivo en la tanda de penaltis para que su cuadro pasara a las semifinales.

También atajó el penalti a la atacante ecuatoriana Giannina Latanzzio, lo que le valió para ser la figura de ese memorable partido que, en el tiempo regular, concluyó con un 3-3.

Partido para la memoria también para la portera ecuatoriana Andrea Morán, del Deportivo Cuenca, que no ocultó su tristeza al escapársele un balón rematado por Marta Agüero desde la mitad de la cancha, en el error más notorio de todo el torneo.

Pero Saleb también recordará aquella gesta, porque la goleadora ecuatoriana Madelin Riera le marcó un «hat trick» en ese mismo partido.

Otra de las jugadoras que también vivió una pesadilla fue la boliviana Daniela Salguero, de Mundo Futuro, que en el 10-1 ante Ferroviaria vio cinco de Nathane.

La goleadora argentina Mariana Larroquette se despachó también con un póquer en el encuentro que el UAI Urquiza ganó por 6-0 a las peruanas de Municipalidad Majes, que se fueron del torneo sin experimentar la sensación de un gol y con 17 encajados en tres partidos.

También será de grata recordación para la paraguaya Jemina Rolfo, de Peñarol, que anotó el primer gol del torneo, al minuto 27 del partido inaugural ante el Atlético Huila.

Remberto Moreira

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Redacción Minuto30

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