Sophia Loren. Foto: Instagram @sophialorenfoto.

La mítica actriz italiana Sophia Loren ha llegado a sus 85 años como una de las estrellas más importantes de séptimo arte.

Loren es conocida por su exorbitante belleza y su aura erótica que cautivó al planeta desde los años 50 con interpretaciones magistrales y arriesgadas para su época. Ha sido una de las mujeres más apetecidas por diferentes directores de cine y hoy a sus 85 años afirma que su vida no ha sido color de rosa.

«Mi vida no es un cuento de hadas. Cuando eres pequeña y vives en una guerra es muy doloroso. No puedes dormir a causa del sonido de las bombas, de los disparos, de oír que tus cercanos han muerto. Y piensas que debes estudiar para salir de aquello. Pero regresas al colegio y el sonido de los disparos vuelve a retumbar en ti, y piensas por momentos que tu vida va a ser siempre igual, que nunca saldrás de aquello», declaró a Harper’s Bazaar el año pasado.

A pesar de todo ello, Loren logró hacerse un campo en el cine italiano con ayuda de su madre Romilda Villaldi, quien vio reflejado el sueño de ser actriz a través de Sophia, quien afirmaba que odiaba que su mamá la recogiera del colegio, pues su belleza era de otro mundo y ella se sentía fea, «me decían palillo», afirma.

Con su primer trabajo como extra pudo alimentar por dos semanas a su familia y le dio la confianza para saber que a eso era lo que se iba a dedicar, pero sabía que le iba a costar mucho. «Ser capaz de entrar en una profesión difícil requiere de un anhelo de fe en uno mismo. Debes ser capaz de mantenerte bajo los golpes que te hacen tambalear. No existe un código de conducta que ayude a los principiantes. Esto explica por qué algunas personas con un talento mediocre, pero con un gran impulso interno, llegan muy por delante de las personas con un talento enormemente mayor», afirmó. Aún así, Sophia logró el éxito y alcanzó el anhelado Óscar en 1961 por su rol en ‘Dos mujeres’ y 30 años después sería honrada con otro honorífico.

En el amor también tuvo que guerrearla, pues era uno prohibido y clandestino, pues ella tenía solo 17 años cuando conoció a su alma gemela, Carlo Ponti, de 39 y casado. Pero eso no importó y en 1957 viajaron a México para unir sus vidas, que solo se separaron cuando él murió en 2007. De esta relación nacieron los únicos dos hijos de Sophia: Carlo y Edoardo.

Sobre su belleza, Sophia es modesta pero directa y afirma que «el sex appeal está compuesto 50% por aquello que una tiene y el otro 50% por lo que los otros piensan que una tiene», por ello, su fama de afrodita aún sigue vigente y de la que ella misma reveló su secreto: «hay una fuente de juventud: está en tu mente, en tus talentos, en la creatividad que traes a la vida. Cuando aprendas a aprovechar esta fuente, habrás vencido a la edad».

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Redacción Minuto30

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