Cortesía

El senegalés Ibrahima Ndiaye se enfrentó a una de las decisiones más difíciles de su vida, elegir entre separar a sus hijas siamesas para que una de ellas sobreviva o dejarlas juntas con sus pocas posibilidades de supervivencia.

Las pequeñas Marieme y Ndeye nacieron en el 2017, fueron una gran sorpresa para sus padres que no esperaban tener dos pequeñas y menos siamesas, cuando apenas tenía 8 meses viajaron desde Senegal al hospital Great Ormond Street de Londres, donde estudiarían si podrían separarlas.

Lamentablemente los exámenes revelaron que el corazón de Marieme es demasiado débil para sobrevivir al procedimiento, por lo que su padre, los doctores y un comité de ética se vieron en una difícil encrucijada: separarlas a costa de la vida de Marieme para que Ndeye sobreviva o dejarlas juntas con sus pocas posibilidades de supervivencia.

Tras deliberar su padre optó por la segunda opción argumentando igualdad para ambas pequeñas que comparten hígado, vejiga y sistema digestivo.

“Están juntas, son iguales. Great Ormond Street ha sido muy honesto y muy claro conmigo en todo momento. Vinimos como pacientes, pero ahora somos más que eso, les considero mi familia, nunca me he sentido presionado para aceptar una operación, nunca me han faltado al respeto», declaró en una entrevista a un medio local.

Finalizó asegurando que “sé que habrá un momento en que tendrán que irse, pero en este punto están luchando y también me están dando una razón para vivir, son mi inspiración, se lo doy todo, nunca las dejaré caminar solas».

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Redacción Minuto30

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