Japonés renunció a su trabajo y viajó durante 33 horas para la semifinal de la Copa Libertadores

Para muchos la pasión no tiene límites, tal es el caso de Isamu Kato de 32 años de edad, un japonés que su fanatismo y amor por el equipo argentino lo ha llevado a abandonar su trabajo y embarcarse en un viaje de más de 18.000 kilómetros y estar presente en la Bombonera para presenciar la revancha de la Copa Libertadores ante el River. 

Así, este asiático pagó 2000 dólares por un pasaje aéreo y alentar a su equipo favorito aun cuando su cultura es completamente distinta: «En Japón es raro alguien como yo», afirma. «Los japoneses somos muy ordenados. Los trenes y los colectivos llegan con exagerada puntualidad y en las calles no hay basura. Lo mismo sucede con el fútbol, que se vive más tranquilo y sin violencia, incluso después de cada partido, limpiamos el estadio».

Por ello es difícil entender el fanatismo del japonés frente al equipo argentino, no obstante cuenta que en el 2000 cuando el equipo dirigido por Carlos Bianchi visitó Tokio para enfrentarse al Real Madrid y se hizo con la Copa Intercontinental, se ganó la admiración de un entonces Isamu de doce años debido al apoyo y pasión con que observó la fanaticada del equipo.

Para Kato, asistir al juego es una «cuenta pendiente», cuando el año pasado su vuelo no pudo ser reprogramado para asistir al partido en la final de Copa Libertadores 2018 luego de que el juego hubiera sido cancelado por condiciones climáticas.

«Voy a estar cerca de La 12 (la barra brava xeneize)», comenta con alegría el asiático quien para lograr llegar al partido renunció a su trabajo de empacador de alimentos y viajó durante 33 horas desde Saitana (ciudad en que radica) para ver a su equipo.