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La Federación Boliviana de Fútbol anunció este martes la suspensión, por quinta vez consecutiva, de una jornada del torneo Clausura por la inestabilidad social que se vive en el país tras las elecciones del pasado 20 de octubre.
La fecha 21, que debía disputarse entre el miércoles y jueves, fue suspendida por decisión de la Comisión Técnica de la División Profesional, «ante los posibles conflictos que se presentaran en el país», señala un comunicado de la federación boliviana.
La entidad recordó que el reglamento deportivo considera «causas de fuerza mayor justificadas» para la suspensión de las fechas aquellos conflictos sociales como huelgas ciudadanas, «conmoción civil» o paros de transporte que impidan a los clubes trasladarse a los lugares donde se disputarán los encuentros.
Ya van cinco fechas que se suspenden de forma consecutiva en Bolivia, cuyo torneo estaba programado inicialmente en 26 jornadas hasta el próximo 11 de diciembre.
La última jornada que se jugó fue la decimosexta, entre los pasados 18 y 19 de octubre, justo antes de las elecciones.
El Wilstermann quedó entonces líder en solitario entre los catorce equipos que compiten en la liga boliviana, en espera de que se aclare cuándo se retoma el torneo.
El presidente boliviano, Evo Morales, que es muy aficionado al fútbol, se mostró la semana pasada preocupado por la violencia en el país, pero también por cómo afecta al campeonato de fútbol, al asegurar que en Bolivia «somos futboleros».
Un grupo de jugadores, exfutbolistas y dirigentes deportivos replicaron al gobernante que «primero la democracia, después el fútbol», en un video difundido en redes sociales.
Bolivia vive días de tensión después de las elecciones generales del pasado 20 de octubre, con huelgas ciudadanas y bloqueos callejeros en ciudades como Santa Cruz, que tiene a seis de los 14 equipos de la división profesional boliviana.
La oposición y movimientos cívicos no reconocen el resultado de los comicios que dio al presidente la victoria, al denunciar que hubo fraude a su favor por parte del órgano electoral.
El detonante de las sospechas de manipulación del voto fue el día después de la votación un repentino cambio de tendencia del cómputo provisional, que pasó de prever una segunda vuelta entre Morales y el opositor Carlos Mesa a augurar un triunfo en primera ronda del mandatario boliviano. EFE
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