juez, condena, sentencia
Foto de referencia. EFE/Archivo
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Minuto30.com-. El delito de tráfico, fabricación y porte de armas de fuego, partes, municiones y explosivos de uso privativo de las Fuerzas Armadas le fue imputado por parte de la Fiscalía a Jorge Iván Calvo Montoya, capitán (r) del Ejército, quien en el año 2006 fue sorprendido en flagrancia con un fusil AK 47 con dos proveedores para el mismo y un lanzagranadas tipo mortero, en Santa Rosa de Cabal, Risaralda. El hombre no aceptó los cargos.

Calvo Montoya estuvo adscrito al Batallón de Contraguerrillas #7 General Ramón González y estuvo vinculado la institución castrense por cerca de 11 años. Al parecer, se retiró por incapacidad profesional.

El hombre de 44 años, natural de Ibagué, Tolima, quien actualmente trabaja como director de un colegio militar en Bogotá, en donde fue detenido, se movilizaba el 3 de julio del año 2006 por el barrio Las Palmas del municipio risaraldense en una motocicleta. Cerca había un puesto de control desde el cual le hicieron la señal de pare, la cual atendió sin problema, pero según el reporte, se mostró con actitud sospechosa y nerviosa.

El indiciado permitió la requisa en la que le encontraron el arma, pero para esa época un juez de control de garantías lo dejó en libertad.

Durante todo este tiempo la Fiscalía recogió los elementos materiales probatorios y evidencia física para tratar de demostrar la culpabilidad del procesado, porque siendo un militar retirado, explicó el ente acusador, sabía que no podía estar transportando armas de ese tipo, pues no tenía ninguna clase de autorización y tampoco dio explicación alguna.

Manifestó a la judicatura el delegado de la Fiscalía perteneciente a un despacho especializado que transcurrieron cerca de 11 años porque no se había logrado ubicar el domicilio ni arraigo del hombre, hasta ahora que lo encontraron en la capital del país.

Señaló el ente acusador durante la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento que era necesario y urgente imponerle intramuros debido a que tenía en su contra una serie de investigaciones en diferentes partes del país, tales como falsedad en Bogotá en el año 2007, lesiones personales en Riosucio (Caldas) en 2009; amenazas en 2001 en Armenia (Quindío); estafa en 2001; falsedad material en 2013, y en el año 2016 falsedad personal en Calarcá (Quindío) y hurto calificado en Bogotá.

Sin embargo el fallador consideró que no procedía tal solicitud teniendo en cuenta que es un caso antiguo. La Fiscalía interpuso recurso de apelación.

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