Cada capítulo de "Expedición Macondo" propone actividades para que los menores, como si fuesen Jose Arcadio Buendía, puedan "fundar" su propio pueblo, con personajes originales sin importar que tan verosímiles sean sus relatos. EFE/Archivo

Con el sugerente nombre de «Expedición Macondo» la escritora colombiana Irene Vasco se lanzó a la aventura de introducir a los niños en el mundo fantástico de «Cien años de soledad» para que cada uno descubra su propio Macondo.

Cada capítulo de "Expedición Macondo" propone actividades para que los menores, como si fuesen Jose Arcadio Buendía, puedan "fundar" su propio pueblo, con personajes originales sin importar que tan verosímiles sean sus relatos. EFE/Archivo

Cada capítulo de «Expedición Macondo» propone actividades para que los menores, como si fuesen Jose Arcadio Buendía, puedan «fundar» su propio pueblo, con personajes originales sin importar que tan verosímiles sean sus relatos. EFE/Archivo

Basado en fragmentos de la novela cumbre de Gabriel García Márquez, con ilustraciones de Rafael Yockteng, «Expedición Macondo» (Penguin Random House), fue presentado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo) como una propuesta cercana al lenguaje de los niños ya que, en opinión de Vasco, «Cien años de soledad» es un libro «no apto para lectores no formados».

«Los más pequeños no tienen ni la estructura ni el vocabulario desarrollado suficientemente para enfrentar tremenda obra y la idea es que la disfruten y que haya gran placer», dijo Vasco en una entrevista con motivo de la presentación de su obra en la Filbo, que comenzó el pasado 21 de abril y cerrará el próximo 4 de mayo.

Irene Vasco, que ha dedicado gran parte de su vida a escribir literatura infantil, se considera una formadora de lectores y escritores con el firme interés de despertar en los niños el deseo de leer, imaginar y crear sus propias historias.

Cada capítulo de «Expedición Macondo» propone actividades para que los menores, como si fuesen Jose Arcadio Buendía, puedan «fundar» su propio pueblo, con personajes originales sin importar que tan verosímiles sean sus relatos.

La autora considera que en Latinoamérica y en todo el mundo hay miles de «Macondos» y cuando alguien lee a García Márquez no piensa en el «Macondo» de su libro, que es el invitado de honor de la feria, sino que encuentra el suyo.

«El mío queda en Tolú (municipio del departamento caribeño de Sucre), porque allí leí por primera vez ‘Cien años de soledad’ cuando aún no era moda ni se había ganado el nobel. Era mágico porque lo que leía del pueblo de Gabo lo veía en Tolú», relató.

En «Expedición Macondo», Irene hace un rápido recorrido por las historias que para ella son las más importantes de la obra, desde la fundación del pueblo, a la vida del gitano Melquíades, pasando por la fiebre del insomnio y hasta las sabanas voladoras de Remedios, la bella.

«Tomamos unos extractos de los personajes que tal vez podrían ser más interesantes para los niños y a través de las ilustraciones y textos que yo escribí, guiarlos en el viaje por Macondo», agregó.

Según la autora, «las veinte casas de barro y cañabrava» con las que se fundó Macondo, así como «los pájaros que fueron liberados, los peces y mariposas amarillas» acompañan la narración, que guía a los pequeños en el recorrido por el realismo mágico del nobel.

Con relación a la forma como fueron escogidos los capítulos, Vasco recordó que fue una difícil decisión pues «se quedaron muchos elementos por fuera, como el personaje de Fernanda del Carpio o los huesitos de Rebeca, porque la prioridad era hacer un libro ágil, rápido y que cautivara a los niños».

«Queremos acercar a toda esta generación y a la que viene para que los lectores de ‘Cien años de soledad’ se multipliquen», reflexionó la escritora sobre el objetivo de «Expedición Macondo».

Vasco considera que este es tan solo el inicio de un viaje a una obra que cree que debe ser leída cuando se alcanza cierta madurez.

«Para leer realmente ‘Cien años de soledad’, una persona debe tener por lo menos doce años, a esa edad los jóvenes ya tienen herramientas lectoras que no los frustrarán sino que los atraparán», manifestó.

La autora opina que de esta forma, «leer a García Márquez será un placer para toda la vida».Bogotá, 30 abr (EFE)

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