Vladimir Putin y varios funcionarios de su gobierno

El Kremlin tachó este martes de «absurda» la información sobre la supuesta aparición de una nube radiactiva en el norte de Rusia después de la explosión el 8 de agosto en un polígono militar de la zona.

«Eso ya de por sí es bastante absurdo», dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, al comentar la publicación en las redes sociales de un mapa sobre cómo se habría desplazado la presunta nube radiactiva que generó el accidente en las inmediaciones de Severodvinsk, la principal base naval rusa en el Ártico.

Según fuentes oficiales, el suceso causó la muerte de siete personas, entre ellos cinco ingenieros de la agencia atómica Rosatom, dejó varios heridos y provocó alarma entre la población local.

El secretario ejecutivo de la Organización para la Prohibición Total de Ensayos Nucleares, Lassina Zerbo, denunció previamente que varias estaciones de monitoreo de la radiactividad en Rusia dejaron de transmitir datos tras el accidente y publicó en Twitter un mapa con el desplazamiento «potencial» de la nube que se habría generado tras la explosión.

En la imagen se puede ver una mancha de radiactividad que se va expandiendo con el tiempo hasta llegar a cubrir vastos territorios en los Urales, Siberia Occidental y hasta la vecina Kazajistán.

Al comentar la labor de las estaciones de monitoreo, Peskov afirmó que «eso no es competencia» del Kremlin.

«No puedo decir nada, no sé de qué estaciones se trata y qué es lo que deben o no deben de transmitir», dijo Peskov, citado por la agencia RIA Nóvosti.

Asimismo, llamó a guiarse por las declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, quien afirmó este lunes que «no hay ningún peligro ni aumento de radiación» tras la explosión en el polígono militar de la Marina rusa.

«Hemos enviado a expertos a ese lugar, incluidos especialistas independientes, que están controlando la situación», aseguró Putin durante una visita a Francia.

El mandatario ruso agregó, no obstante, que se toman medidas para que «no haya ninguna sorpresa».

La entidad rusa encargada de asuntos ambientales, Rosguidromet, admitió la semana pasada un breve repunte de radiación en las inmediaciones del lugar donde ocurrió el accidente y la aparición de una «nube de gases radiactivos inertes» que se disolvió «rápidamente» debido a las condiciones meteorológicas.

Aunque los pormenores del accidente en el polígono militar ruso y el tipo del arma ensayado se mantienen en secreto, algunos medios han sugerido que se trata del misil de crucero Burevéstnik (Albatros), dotado de propulsión nuclear.

Putin presentó ese misil, al igual que otras armas del nuevo arsenal estratégico del país durante su discurso sobre el estado de la nación en marzo de 2018.

Según el experto y ecologista ruso Andréi Frolov, las estaciones que se enmudecieron tras la explosión en el norte de Rusia están capacitadas para descifrar la naturaleza del accidente y el modelo del misil.

«Las autoridades quieren mantenerlo en secreto», dijo Frolov, citado por el portal ruso Ura.ru, quien vinculó el cese de la labor de los sensores con el secretismo de la industria militar rusa.

Mientras, varios medios rusos afirmaron que los médicos del hospital donde han sido ingresados los heridos ni siquiera fueron avisados de que se trataba de un incidente radiactivo, y ellos mismos llegaron a presentar posteriormente niveles de radiación más elevados de lo normal.

EFE

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Redacción Minuto30

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